Un mensaje para el lehendakari López

De un tiempo a esta parte, varios medios de comunicación tratan de vendernos las bondades de nuestro actual lehendakari, a quien sitúan como un nuevo barón socialista a nivel estatal con capacidad de veto y liderazgo. No esconderé yo cierta simpatía que le profeso a nivel personal, pero de ahí a situarle como un peso pesado de la política va un trecho. En la cresta de esa vorágine propagandística, el señor López se atreve, incluso, a dar lecciones de gestión política a su propio jefe e invita al equilibrista Zapatero a que mejore su mensaje, a que optimice sus recursos mediáticos para rentabilizar los aciertos de su (des)Gobierno. Eso sí, ni una sola palabra de autocrítica. "Todo lo hacemos bien, pero es la nación española quieén no se entera de lo bien que lo gestionamos", bien pudiera ser una lectura de dichas profundas reflexiones.

Centrado mucho más por nuestras latitudes podemos comprobar, sonrojantemente, que en el discurso del nuevo barón hay coincidencias en el fondo, pero con ciertas diferencias en las formas, en el análisis de la situación sociopolítica. En Euskadi, no hay nación sino ciudadanía (la cual, obviamente, tampoco se entera de lo bien que lo hace el actual Gobierno vasco) y también aquí se dará una retorcida y maquiavélica distorsión de entender la realidad.

Mírese, señor López, en el espejo del pueblo vasco y entenderá el mensaje: más del 70% del electorado siguen dándoles la espalda. El tiempo pone a cada cual en su sitio.