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La sentencia del Estatut

No entro en el análisis jurídico de la sentencia del TC sobre el Estatut. El que ocupe un sinnúmero de folios no prejuzga de su bondad, a veces es síntoma de farragosidad, como un medicamento caro no certifica su eficacia. Quisiera exponer unas pocas reflexiones que me ha sugerido:

1. Unos países conforman naciones, sus actuaciones son nacionales y tienen derecho a erigirse en Estados, en tanto que otras como son pequeñas en extensión y número de habitantes, son, a lo sumo, regiones o países.

2. Unos nacionalismos, aunque sean defensivos y no expansivos dicen que son malos y pueden conducir a los nacionalsocialismos mientras que otros a pesar de ser esencialmente imperialistas, todo lo que deriva de ellos es bueno y para el bien de los pequeños nacionalismos necesitados de su tutela.

3. Ha quedado patente, una vez más, por si alguien dudaba todavía, de que a pesar de lo que se diga de que cualquier idea y proyecto políticos son defendibles en España, esto es cierto sólo en el ámbito especulativo, siempre y cuando no se pretenda llevarlos a la práctica. Prueba de ello es lo que pasó en su día con el proyecto de modificación estatutaria del anterior Parlamento Vasco y el actual del estatuto catalán.

4. ¿Todavía hay alguien tan ingenuo como para pensar que el acuerdo entre PSOE y PP para gobernar precisamente en la CAV y en Navarra no es algo urdido en Madrid al servicio del lema: España lo único importante?

5. Que el nacionalismo vasco democrático tenga en cuenta que hay que hablar, conversar, discutir, etc. con y entre todos los partidos políticos, pero que no olvide que "con el PP ni a heredar".