HACE casi dos milenios, Séneca sintió una rebeldía interior por los excesos con que se estaba deificando al emperador romano Claudio, quien a juicio del filósofo no era merecedor de las adulaciones que estaba recibiendo. Su reacción fue escribir la obra Apocolocyntosis divi Claudii (Calabacificación del divino Claudio), una sátira crítica en la que el autor pone de manifiesto los defectos, fallos y errores del emperador Claudio, a quien está dedicado el libro. Séneca realiza un juego de palabras con el término apocolocyntosis, convirtiendo en calabazas la pretenciosa apoteosis con que se está tratando al emperador.

Por mi parte, ante la previsible ola aduladora de la que va a disfrutar el divino López en su primer año como lehendakari, he decidido seguir a Séneca, tomando la decisión que tan bien resume una de sus más conocidas sentencias: "Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones".

Un año después de la llegada de divi López al Gobierno y resueltos ya los pretendidos problemas de comunicación, es previsible que asistamos a un nuevo capítulo descriptivo de la "apoteosis de la divina normalidad del oasis vasco". Atisbo ya la llegada de la ola y de la rosa, por lo que me van a permitir molestar con algunas verdades, muestra de los "defectos, fallos y errores del emperador" en su primer año de mandato. Son las merecidas calabazas para un Gobierno López apoteósicamente ineficaz.

Durante toda una década, los dos partidos que sustentan el actual pacto de Gobierno no cesaron de repetir su letanía económica, según la cual el anterior Gobierno tripartito se había desentendido de los problemas reales de los ciudadanos. Con su nuevo acuerdo, tanto PSE como PP iban a priorizar estas "cuestiones olvidadas" en la acción política e institucional. ¿Cuál es la verdad económica hoy? La incuestionable verdad es que ha pasado un año y el Gobierno merece una enorme calabaza económica, porque en la práctica no está atendiendo a la principal preocupación de los ciudadanos vascos, que es la crisis económica y el desempleo.

Socialistas y populares han sido incapaces de pactar un programa económico y los resultados hablan por sí mismos: el paro ha crecido un 14% en un año en Euskadi, y la deuda se ha multiplicado por diez, con el agravante de que parte de la misma se está utilizando para responder a gastos corrientes de funcionamiento del nuevo Gobierno. En consecuencia, también se ha rebajado la consideración crediticia de Euskadi en los mercados financieros internacionales. El balance económico del Gobierno López es negativo, y ha sido su propio socio preferente, el que le ha afeado la conducta, indicándole que le va a "apretar las tuercas" en este campo de la gestión.

El primer año de legislatura PSE-PP, la actividad legislativa ha brillado por su ausencia. Cuesta comprender que tras más de una década de persistente declamación del cambio, el Partido Socialista no lo tuviera mínimamente preparado. Ha llegado al Gobierno y no ha tenido el tiempo o la capacidad de presentar ni un solo proyecto legislativo de entidad en doce meses. El Gobierno López merece por tanto una calabaza legislativa en este terreno que presumían estaba abonado para su labor, pero que cuando han tenido la oportunidad de labrar se encuentra totalmente abandonado.

Dado que el Gobierno no ha realizado propuestas de ley, podríamos pensar que se ha centrado en desarrollar las ya existentes, pero resulta que en este terreno tampoco se pueden presentar avances relevantes. Cabía esperar, al menos, que dada su pretendida sintonía con el Gobierno español, las transferencias estatutarias pendientes se hubieran agilizado, pero el tamaño de la calabaza en este caso es gigante, porque Euskadi no ha recibido ni una sola nueva transferencia en todo un año. Y, lo que es peor, la única transferencia en cartera, las Políticas Activas de Empleo, puede ser asumida en los términos exactos en los que el Gobierno español había pretendido colocarla históricamente y que nunca habían sido aceptados por el Gobierno vasco.

En el campo político, el PSE no ha forjado unas relaciones mínimas, constructivas y estables, con el resto de partidos políticos. El PSE anunció la misma noche electoral su pacto con el PP, una declaración tan rápida que certificó que el acuerdo se encontraba predeterminado. En cualquier caso, durante este primer año de Gobierno las "relaciones políticas constructivas" con el resto de partidos han brillado por su ausencia. López se ha reunido en dos ocasiones con el presidente del EBB, la primera con un papel en blanco y la segunda con diez líneas de buenas intenciones. Ninguna de las dos reuniones ha tenido continuidad y los temas planteados se han quedado siempre en el aire.

Por otro lado, la actitud política del Gobierno vasco ante el Gobierno español ha sido de absoluta dependencia. La verdad es que no se ha producido ni el más mínimo roce, algo comprensible por la actitud contemplativa del Gobierno vasco, que no se ha implicado para favorecer el blindaje del Concierto Económico o reclamar la deuda del Estado con la Diputación alavesa. Y ni se ha inmutado tras la aprobación de la llamada enmienda Florentino que puede poner en cuestión el futuro anclaje de importantes empresas vascas en Euskadi. La tercera calabaza para el Gobierno es por tanto la calabaza política.

Un año después del pretencioso Gobierno del cambio, la realidad vasca no está para adulaciones ni apoteosis. Euskadi está sufriendo la apocolocyntosis de López. La realidad es peor que la de hace un año y la actitud del Gobierno es manifiestamente mejorable porque si algo ha quedado claro es que su nivel de exigencia tiende a cero.

Todo un año ha sido tiempo más que suficiente para certificar que el pacto PSE-PP no es deseado por la sociedad vasca y ha sido incapaz de plantear un programa económico, legislativo y político eficaz para responder a los problemas de Euskadi. El resultado es que la situación económica es hoy mucho peor que la de hace un año. El Gobierno podrá aducir las dificultades del momento, pero volviendo a Séneca no cabe duda de que "nunca hay viento favorable para el que no sabe hacía dónde va".