Serias dudas sobre una inversión incomprensible en el sector audiovisual
HACE pocas semanas, el Departamento de Industria del Gobierno vasco procedía a tomar una de las decisiones más extrañas e incomprensibles que se recuerdan. La Sociedad de Gestión de Capital Riesgo del País Vasco (SGECR, S.A.), utilizando el Fondo Ezten, ha invertido la friolera de 3,5 millones de euros en la empresa Notro TV, perteneciente al grupo madrileño del sector audiovisual Vértice 360º. Esta decisión, no sólo en el propio sector audiovisual vasco, proyecta numerosas sombras de duda y significativas lagunas que incluso pueden llegar a convertirse en manifiestas irregularidades. El consejero de Industria, Bernabé Unda, en su habitual estilo de hacer política, no ha sido capaz de aclarar aún estos interrogantes, pese a nuestras reiteradas preguntas e interpelaciones en el Parlamento Vasco.
Una primera duda consiste en saber si el Gobierno vasco está habilitado para invertir en una empresa que cotiza en Bolsa, como es el caso del Grupo Vértice 360º. Adicionalmente, nos preguntamos ¿qué hace el Gobierno vasco invirtiendo en una empresa que no tiene su sede real en Euskadi? ¿No tiene la obligación de invertir en empresas ubicadas en Euskadi? ¿No debe impulsar la puesta en marcha, desarrollo y expansión de aquellas empresas que conforman el tejido industrial de Euskadi?
Porque, en función de los criterios exigidos a la Sociedad de Capital Riesgo para poder invertir, ¿ante qué tipo de operación estaríamos? ¿Ante una empresa vasca que precisa de recursos para crecer, expandirse, adquirir nuevas compañías o internacionalizarse? ¿O estamos ante una empresa extranjera que busca un socio local que le acompañe en su implantación?
Y, por añadidura, el Fondo Ezten, que ha sido el instrumento utilizado, ¿no está destinado a invertir en empresas "en iniciación"? ¿Notro TV o Erpin 360º es una empresa "en iniciación" o una empresa que ya dispone de una historia a sus espaldas, tal y como la presentan sus responsables? Por otra parte, ¿dispone Vértice 360º o Erpin 360º de un plan de desarrollo a medio y largo plazo, como exige la normativa? ¿O únicamente para el año 2010?
Siendo estas dudas importantes, sin embargo, lo más incomprensible es que esta operación se ha materializado a escondidas, con nocturnidad y sin contar con el apoyo y el concurso de las empresas del sector audiovisual vasco. ¿Cómo es posible entender que ante una decisión de este calado y de carácter estratégico para el sector audiovisual vasco, el Gobierno vasco no haya tenido en cuenta su opinión? ¿Por qué no se ha dejado asesorar por el sector? Es más, ¿por qué el Sr. Unda no ha coordinado esta decisión con las empresas vascas del sector? ¿No es ésta una operación que está, supuestamente, dirigida a beneficiar al sector, como afirma el consejero? ¿Para qué les sirve entonces el cluster audiovisual vasco Eiken, del que el Gobierno vasco es creador e impulsor? ¿Cómo es posible entender tanta falta de respeto hacia el sector, al trabajo del cluster y su incomprensible marginación?
Pero además, ¿cómo se puede comprender que el Departamento de Industria no haya contado si quiera con el concurso de EITB, que juega un papel central dentro del sector audiovisual vasco? ¿Cómo entender que los rectores del Ente, curiosamente resignados e indiferentes, no hayan alzado la voz para defender al sector audiovisual vasco? ¿Y por qué el Departamento de Industria desprecia el Plan Estratégico 2009-2011 del cluster Eiken, donde se aborda la situación del sector audiovisual vasco, con sus oportunidades y amenazas, presentes y futuras? ¿Por qué el Sr. Unda no pone a disposición de las empresas vascas del sector esos 3,5 millones de euros para superar sus amenazas y debilidades e impulsar estratégicamente su competitividad, su internacionalización e, incluso, su potencial de adquisición de empresas no vascas del mismo sector? ¿Por qué hace justo lo contrario y facilita 3,5 millones de euros a una empresa madrileña para que pueda comerse literalmente a las empresas vascas del sector? ¿Estamos ante otro capítulo por el que en España, gracias a la entente PSOE-PP en el Gobierno vasco se ha extendido la idea de que las empresas y sectores industriales de Euskadi "están en venta"?
Son preguntas, de momento, sin respuesta. Pero hay más dirigidas al consejero: ¿Por qué el Sr. Unda ignora que el sector audiovisual, por sus características y su aporte en términos de innovación, talento y cultura, es considerado como estratégico y que todos los países tratan de impulsar un sector propio? ¿Piensa que es lo mismo que fabricar barcos? ¿Por qué el Sr. Unda ignora que, durante los últimos 25 años, las empresas vascas del sector han realizado enormes esfuerzos en términos de empleo, innovación y desarrollo? ¿Por qué hunde la ilusión y pone en peligro la posible supervivencia de un sector audiovisual netamente vasco? ¿Cómo puede explicar el sinsentido de esta operación?
Pero, ¿qué clase de política industrial es ésta, señor consejero? ¿O es que no se trata de una decisión de carácter industrial, sino de una operación especulativa de ingeniería financiera diseñada para rescatar al grupo madrileño Vértice 360º que, cotizando en Bolsa, pasa por graves dificultades económicas, ya que, el año pasado, perdió 18,5 millones de euros, y al que se le quiere otorgar un cierto aroma vasquista? ¿A qué responde realmente esta operación? ¿Simplemente a satisfacer determinadas relaciones de amistad personales o políticas?