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Innovarse o morir

Los ejemplos de empresas vascas que han logrado convertir la crisis en oportunidad reafirman la idea de que la inversión en I+D+i en sectores punteros debe ir más allá de lo que parecen posibilitar los presupuestos del Gobierno vasco

eL ejemplo de tres empresas vascas, Wannafreight.com, Guardian Llodio y Euskaltel al convertir la situación general de crisis económica en una oportunidad de crecimiento y desarrollo no es fruto de la casualidad, ni siquiera únicamente del don de la oportunidad o de la visión de sus directivos, aunque también, sino que está íntimamente ligada a una orientación general, iniciada ya hace años en Euskadi, para determinar las actividades de y con futuro y orientar la actividad económica vasca en esos campos. No en vano, dos de esas tres empresas que se pueden poner como ejemplo en la siempre compleja y azarosa conversión de la crisis en oportunidad desarrollan su actividad en sectores concretos -las energías alternativas y la electrónica para el transporte- que se incluían entre los punteros dentro del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2007-2010 que aprobó el anterior Gobierno vasco en una decidida apuesta por la inversión en I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación) incluso antes de que la recesión económica tocara a las puertas de la economía vasca. En ese sentido y por simple comparación, el Gobierno que preside Patxi López tiene por delante una labor mucho más ardua y extensa que las declaraciones en las que afirma, sin aportar cifras, que las inversiones en I+D+i han registrado "la mayor subida de la historia" en los presupuestos vascos cuando en realidad las cuentas aprobadas en el Parlamento Vasco con el exclusivo apoyo de los socialistas y su socio preferente, el PP, suponen una rebaja global de más del 8% en ese aspecto: 331,4 millones de euros frente a los 359,7 millones de euros contemplados en las cuentas del último Ejecutivo de Juan José Ibarretxe. Son cifras que ni se acercan a la promesa electoral de López de elevar la inversión en investigación y desarrollo al 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2013, es decir, dentro del periodo al que, en teoría, se debería aplicar un nuevo Plan de Ciencia y Tecnología 2011-2014; y que exigiría una inversión en I+D+i superior a los cuatrocientos millones de euros anuales, muy lejos de lo presupuestado por el Gobierno López. Ese nivel de inversión, con especial énfasis en la innovación, la parte más castigada en las cuentas del actual Ejecutivo; se antoja además esencial para que Euskadi puede confirmarse como lo que es y pueda ser una "de las primeras" en salir de la actual coyuntura de crisis, tal y como confirma el propio López a pesar de declaraciones anteriores en las que cuestionaba ácidamente el desempeño económico y el nivel de gasto de los Ejecutivos anteriores. Pero, en cualquier caso, no sólo sirve como índice de las prioridades gubernamentales en política económica e industrial sino que es al mismo tiempo indicador de la capacidad del Gobierno para situar su propio horizonte a medio plazo.