Donald Trump desafía al juez desde el banquillo de su juicio por difamación

El juez Lewis Kaplan advirtió al republicano que podría ser expulsado de la sala del tribunal si pronunciaba comentarios perturbadores con su abogada mientras tenía lugar ayer el testimonio de Carroll.

“Trump tiene derecho a estar presente aquí (pero) ese derecho se puede perder si es perturbador. Y si ignora las órdenes judiciales, señor Trump, espero no tener que considerar excluirlo del juicio”, dijo Kaplan. A lo que Trump respondió: “Me encantaría”.

TRUMP Y CARROLL, CARA A CARA

En este juicio, Trump tendrá que responder a unas acusaciones de difamar a Carroll cuando aseguró, en 2019, que no conocía a la escritora y periodista, y que su confesión de que el expresidente había abusado sexualmente de ella en la década de los noventa era totalmente falsa.

En mayo, un tribunal estableció que Trump debía pagar 5 millones de dólares (alrededor de 4,5 millones de euros) de indemnización a Carroll, de los cuales 2,9 millones de dólares (unos 2,6 millones de euros) eran por haberla difamado. En este nuevo juicio, Carroll ha solicitado 10 millones de dólares (unos 9,1 millones de euros) por daños y perjuicios.

Dicho tribunal condenó a Trump por abuso sexual y difamación de la escritora, pero no por violación. Desde entonces, el exmandatario ha seguido sosteniendo que no la conoce, poniendo en duda una y otra vez su versión de los hechos.

La pasada semana, el juez Kaplan dictaminó que en este caso Donald Trump no puede negar la agresión sexual, por haber sido objeto de un fallo anterior de un jurado, algo que volvió a reiterar ayer.

Eso significa que los jurados no entrarán en las acusaciones sexuales de Carroll, y su única tarea será decidir si Trump la dañó con sus declaraciones de 2019 y, de ser así, las sanciones económicas subsiguientes.

Ayer Trump y Carroll se vieron las caras por primera vez en años, cuando la escritora subió al estrado para dar su versión de los hechos, ya que ayer Carroll le dio la espalda durante toda la jornada.

Durante la primera parte de la sesión, Carroll fue interrogada por su abogada y contó cómo, a raíz de los comentarios que Trump hizo en 2019 –siendo presidente–, recibió mensajes de odio en su correo y redes sociales.

“Estoy aquí porque Trump me acosó (sexualmente) y, cuando lo dije, lo negó, lo que afectó a mi reputación”, declaró Carroll. “Que el presidente de Estados Unidos, una de las personas más poderosas del mundo, me llame mentirosa durante tres días y lo diga 26 veces, las conté, acabó con el mundo en el que había estado viviendo”, declaró la autora.

La columnista dijo que entre los “cientos” de mensajes que recibía cada día por aquel entonces había tres cosas en común: la llamaban mentirosa, fea y decían que, como su acusación era falsa, dañaba a las víctimas de denuncias verdaderas.

AMENAZAS DE MUERTE

Además, leyó con la voz rota algunas de las amenazas de muerte y violación que recibió, y dijo que, desde 2019, duerme con una pistola en la mesilla de noche.

“Avisé a los vecinos para que estuvieran alerta y compré balas para el arma que había heredado de mi padre”, ha resaltado, explicando las medidas de seguridad que tomó cuando, tras el aluvión de mensajes, se le pasó por la cabeza que alguien podría llegar a dispararla,

DEL MITIN AL TRIBUNAL

El lunes, Trump se hizo con su primera victoria preelectoral tras arrasar con más del 50% de los votos en los caucus de Iowa, y el martes, después de asistir al primer día del juicio, celebró otro mitin político en New Hampshire.

Además de estar en plena campaña de las primarias republicanas, el jueves de la semana pasada concluyeron los alegatos finales en el caso civil por fraude contra su empresa familiar, en el que el expresidente republicano se enfrenta a una multa de hasta 370 millones de dólares y un veto de por vida en el sector inmobiliario del estado de Nueva York.

Y no solo son los juicios en Nueva York, pues Trump se enfrenta a otras cuatro causas penales: dos por tratar de revertir el resultado de las elecciones de 2020, en las que perdió contra el presidente Joe Biden; una por llevarse documentos clasificados de la Casa Blanca a su residencia de Florida; y una por los pagos a la actriz porno Stormy Daniels para ocultar un encuentro sexual.