El Gobierno de Suiza, un país donde trabajar en domingo está en principio prohibido por ley e implica que es difícil encontrar comercios abiertos ese día, ha anunciado que permitirá el trabajo dominical en ciertas zonas turísticas urbanas, para atender las necesidades de los visitantes.
En un comunicado, el Consejo Federal (Ejecutivo) indicó hoy que ha iniciado una revisión de las normas jurídicas actuales, que datan de 1964, para establecer la base jurídica que permita esta excepción, ya que, en opinión del Gobierno, "el trabajo en domingo debe ser posible en ciertos lugares turísticos y urbanos de Suiza".
La nota oficial asegura que las nuevas disposiciones sólo se aplicarían en ciudades de más de 60.000 habitantes, de vocación turística (aquellas en las que al menos la mitad de los clientes en el sector hostelero sean extranjeros) y sólo en las zonas más concurridas de la urbe, no en toda ella.
Actualmente, incluso ciudades de gran perfil internacional como Ginebra quedan prácticamente paralizadas cada domingo, con prácticamente todos los comercios cerrados, si bien hay excepciones tales como tiendas de gasolinera o algunas cercanas a las estaciones ferroviarias.
La ley federal del trabajo de 1964 establece que el domingo es un día festivo en el que está prohibido trabajar, y si bien se pueden contemplar excepciones estás necesitan de la solicitud de permisos expresos a las autoridades locales.
Según el Gobierno, cada cantón suizo decidirá qué zonas de determinadas ciudades turísticas entrarán dentro de la nueva excepción dominical, así como los horarios de los comercios que puedan abrir en ellas.
El Consejo Federal advierte de que los trabajadores en domingo deberán beneficiarse de ciertas compensaciones por su dedicación durante una jornada festiva, aunque éstas serán una vez más decididas por las autoridades cantonales.