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Las 131 personas expuestas al agente nervioso, sin síntomas

Policía y sanitarios del Reino Unido los han identificado y se encuentran fuera de peligro

Las 131 personas expuestas al agente nervioso, sin síntomasAFP

Londres - La policía y los servicios sanitarios británicos han identificado a 131 personas que estuvieron expuestas al agente nervioso que envenenó al exespía ruso Sergei Skripal y a su hija Yulia en la localidad de Salisbury, en el centro de Inglaterra, aunque ninguna de ellas presenta síntomas de estar afectadas. Mientras, en la localidad continúan trabajando en las pesquisas casi 500 policías y unos 200 militares.

Según datos de la policía de Wiltshire, 46 personas acudieron además al hospital de la ciudad ante el temor de estar contaminadas con el componente químico de tipo militar y fabricación rusa Novichok, que el pasado día 4 dejó en “estado crítico” al exespía doble, de 66 años, y a su hija, de 33.

Funcionarios de los servicios de sanidad consideran improbable que pueda haberse contaminado la ropa o los objetos de quienes almorzaron o bebieron en el mismo restaurante y pub al que acudieron las víctimas. Las autoridades reiteraron que, hasta ahora, tan solo el exagente, su hija y el policía Nick Bailey, ingresado con pronóstico grave pero estable, han presentado síntomas de intoxicación.

La directora regional del organismo sanitario Public Health England, Jenny Harries, insistió en que “el riesgo para los ciudadanos es bajo”. “Solo hay tres casos en el hospital. Ningún ciudadano ha resultado afectado y éste es un mensaje importante”, subrayó.

A fin de paliar los temores de la ciudadanía, funcionarios del Ayuntamiento y de los servicios sanitarios de Salisbury acudirán hoy al mercado que se celebra los sábados en esa ciudad, para resolver las dudas de los vecinos.

El inspector jefe adjunto del cuerpo de Wiltshire, Paul Mills, confirmó que de las 131 personas identificadas que estuvieron en contacto con el agente nervioso, “cada una ha recibido llamadas para asegurar su bienestar”. Así mismo, afirmó que casi 500 efectivos de la policía y unos 200 militares prosiguen sus labores de investigación, y advirtió de que los cordones policiales en la zona afectada podrían continuar durante meses.

Las tensiones entre el Reino Unido y Rusia se han agravado en los últimos días tras acusar este país a Moscú de estar detrás del envenenamiento y después de que la primera ministra británica, Theresa May, anunciara esta semana la expulsión de 23 diplomáticos rusos frente a la actitud de “completo deprecio” mostrada por el Kremlin ante los hechos, además de una serie de medidas de represalias. Ayer mismo, el Gobierno británico aseguró que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) analizará una muestra del agente nervioso utilizado en el envenenamiento.

Según confirmó un portavoz de Downing Street, el pasado miércoles la primera ministra británica, Theresa May, escribió a la OPAQ para “invitarles formalmente” a verificar el análisis del Gobierno del agente nervioso, identificado por Scotland Yard como Novichok, una sustancia militar altamente nociva de fabricación rusa. El representante permanente del Reino Unido en la organización ha escrito a la secretaría técnica para invitarles al país a recoger una muestra de la sustancia, “en virtud del artículo 8 de la Convención de Armas Químicas”, adelantó esa misma fuente.

El Gobierno señaló que se encuentran “debatiendo” el momento exacto en el que esto se llevará a cabo, pero precisó que espera que el proceso comience “inminentemente”.

La OPAQ -de la que todos los países de Naciones Unidas son miembros a excepción de Egipto, Israel y las dos Coreas- aseguró ayer que “ninguno” de sus países miembros ha declarado poseer el agente nervioso utilizado en el ataque.

Investigación En este contexto de crisis diplomática, Reino Unido anunció ayer la apertura de una investigación penal por la muerte de otro ruso, el exiliado Nikolai Glushkov, quien fue hallado estrangulado el pasado lunes en su domicilio de Londres. Glushkov era cercano al oligarca Boris Berezovski, un enemigo del Kremlin que fue hallado ahorcado en 2013 en este país, aunque Scotland Yard apuntó que “no existen pruebas” que relacionen este caso con el de Skripal.

Esta decisión llega después de que el Gobierno ruso anunciara, asimismo, la apertura de una causa penal para investigar esta muerte, así como el “intento de asesinato” de la ciudadana rusa Yulia Skripal, pesquisa que “se llevará a cabo según las exigencias de la legislación rusa y las normas del derecho internacional”.

El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, acusó directamente al presidente ruso de estar detrás del envenenamiento al exespía y su hija, una imputación que el Kremlin tachó de “imperdonable”.

Moscú insiste en que Rusia no tiene “nada que ver” con el ataque a Skripal y su hija, y tildó la actitud de Londres de “un despropósito diplomático”. Sin embargo, el Gobierno británico, apoyado por Estados Unidos, Francia y Alemania, tiene claro que Rusia está detrás de lo sucedido y ayer Johnson insistió en que Putin “dirigió el uso del agente nervioso en las calles del Reino Unido, las calles de Europa, por primera vez desde la II Guerra Mundial”.

Con todo, el titular de la cartera de Exteriores indicó que el “enfado” británico “no va dirigido contra los ciudadanos rusos ni el incidente ha provocado una rusofobia”, sino que “únicamente tiene que ver con el Kremlin de Vladimir Putin”. Según publicaba ayer el diario británico The Daily Telegraph, el agente nervioso pudo haber sido escondido en el equipaje de Yulia, quien viajó a Londres el día anterior al ataque para visitar a su padre, refugiado en el Reino Unido desde 2010.

Este medio citó a fuentes de los servicios secretos que barajarían ahora esta hipótesis para explicar cómo el componente químico habría llegado a suelo británico. Según esta teoría, con la toxina pudo haber sido impregnado algún artículo del vestuario o los cosméticos de Yulia, o algún otro objeto guardado en la maleta, que pudo abrirse en el domicilio inglés de Skripal. Esto implicaría, según el Telegraph, que la hija del exagente fuese tomada como objetivo de manera deliberada.

Medidas contra Rusia La primera ministra británica, Theresa May, ha anunciado una batería de medidas de represalia contra Rusia por lo sucedido, entre las que además de la expulsión de 23 diplomáticos rusos, destaca la suspensión de las relaciones bilaterales a alto nivel y un aumento de los controles a ciudadanos rusos que visiten el Reino Unido. Además, confirmó que no habrá representación británica por parte de la realeza ni dignatarios en el Mundial de Fútbol de Rusia este verano, lo que desató las alarmas de que el Consejo Europeo pudiera debatir la próxima semana un boicot al certamen, algo que negó ayer la canciller alemana, Angela Merkel.

Los ministros de Exteriores de la UE tienen previsto reunirse el lunes y, aunque tratarán el asunto del envenenamiento, no hablarán de nuevas sanciones a Moscú, señaló Merkel. Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, manifestó que su país responderá a las represalias del Reino Unido “en cualquier momento” y con “pasos “muy bien meditados”.