Bruselas. Flamencos y valones viven bajo un Estado común que se llama Bélgica. Pero a tenor de un sondeo publicado ayer por la cadena de televisión RTL, unos y otros están en las antípodas respecto al sistema político en el que prefieren vivir. La mayoría de los habitantes de Flandes quieren más autonomía e incluso la independencia mientras que los de Valonia prefieren seguir como están e incluso ceder competencias y vivir en un Estado mucho más centralizado. Esta radiografía da todavía más munición al enfrentamiento que viven ambas comunidades desde hace años.
Detrás de todos los problemas a los que se enfrenta la clase política en Bélgica está una reforma del Estado que los flamencos exigen y a la que los valones se resisten. Y es que el 24,3% de los flamencos encuestados quieren más autonomía para Flandes, el 16,8% prefieren un Estado confederal con dos regiones independientes, y un 15,7% apuestan por dos Estados con Flandes-Bruselas de una parte y Valonia de otra. Frente a la idea de más autonomismo e independentismo, apenas un 13,8% de los flamencos prefieren seguir como hasta ahora y sólo el 10,4% que dicen querer menos competencias para la región. Entre los francófonos la fotografía es completamente distinta. La mayoría de los encuestados, un 32,2%, prefieren un Estado fuerte con menos competencias para las regiones, mientras que otro 28,1% dicen preferir un Estado federal como el actual. Frente a esta mayoría, sólo un 14,2% de los francófonos dicen querer regiones con más competencias. Todavía más aislados están aquellos que apoyan la creación de un estado confederal con dos regiones independientes (8,8%) y mucho más quienes quieren dos estado distintos con Flandes-Bruselas por un camino y Valonia por otro. Sólo 0,7% de los francófonos avala esta opción.