El Puma Gen-E cambia la noción del coche eléctrico
El Puma Gen-E cambia la noción del coche eléctrico
El Puma Gen-E es como un relámpago que, pese a no hacer ruido, deslumbra y sorprende a la competencia SUV compacta a batería. La nueva derivada del exitoso modelo destaca por su grata estética y por una interesante concordia entre el rendimiento y el precio. Asocia un impulsor de 168 CV con una batería de 43 kWh para conseguir buena desenvoltura y correcta autonomía para el día a día. Ford lo vende desde 30.134 €, precio que el Plan Moves reduce significativamente. Pocas marcas hacen sombra a esta oferta.
El candidato recién llegado a los concesionarios acerca la nueva movilidad a esa parte del público que lleva un tiempo planteándose la posibilidad de transitar de la combustión a la impulsión eléctrica. Su estreno va a atraer a la marca a muchos compradores potenciales de un modelo a batería. Quizá también siembre dudas entre quienes ya tenían decidida la adquisición de un Puma en otra versión. Con el descuento de Ford y la subvención pública, esta declinación a pilas aproxima su precio al de alguna versión EcoBoost mHEV del propio modelo, y recibe etiqueta ‘0’ en vez de ‘Eco’.
El Gen-E augura un alcance oficial de 376 km que, según el propio fabricante, se puede extender hasta 523 en recorridos urbanos. Acredita una velocidad punta de 160 km/h y consigue progresar de 0 a 100 km/h en 8 segundos. Homologa un comedido consumo medio: 13,1 kWh en cien kilómetros. La recarga del 10 al 80% de su batería requiere 23 minutos de conexión a una toma de corriente continua (admite hasta 100 kW).
El Puma eléctrico apenas se desvincula de la imagen de sus hermanos. Su estampa tiene la peculiaridad de montar un frontal carenado, desprovisto de toma de aire, y adopta un par de tonos de pintura específicos (amarillo y azul). La configuración interior sí es algo diferente. Hay una consola distinta entre los asientos delanteros que suprime la palanca de freno y la sustituye por un mando eléctrico; tampoco hay selector de marchas, desplazado a un satélite anclado a la columna de dirección.
La habitabilidad a bordo es correcta, más de lo que cabe esperar en un modelo de proporciones así de contenidas. Pese a su porte musculoso, este puma solamente ocupa 4,21 metros de largo. Por eso llama la atención la insospechada capacidad de embarcar bultos en un envase tan escueto. Su portaequipaje brinda 523 litros útiles con los asientos traseros en la posición habitual; es un volumen superior al que ofrecen algunos SUV una talla por encima. Además, dispone de un cofre delantero de 43 litros.
Bien provisto
Ford asigna al Puma a batería dos definiciones de producto, la normal Gen-E y la premium, que incrementa el abundante equipamiento de serie por 2.300 € más. El modelo sele de fábrica provistos de recursos como el Control de Crucero Adaptativo Inteligente, con funciones de centrado de carril, parada y arranque. Este sistema acelera y frena suavemente para propiciar una conducción más natural; puede coordinar su acción con el Asistente de Velocidad Predictiva, que modula el ritmo de crucero en determinadas circunstancias (tramos de curvas, intersecciones y rotondas, o al ingresar y abandonar vías rápidas). Dispone también de pantalla táctil central de 12,0 pulgadas con sistemas de conectividad y entretenimiento SYNC 4 y navegación conectada, panel digital de instrumentos de 12,8 pulgadas, Alexa Built-in integrado, programa de modos de conducción, etc.
El sistema opcional de cámara de visión perimetral de 360º brinda una perspectiva aérea virtual para facilitar las maniobras de aparcamiento. La tecnología de faros de matriz LED, optativa en la versión básica y de serie en la Premium, utiliza la luz de curvatura dinámica predictiva para monitorizar la carretera e iluminar más donde se necesita; ajusta el patrón del haz para mejorar la visión sin deslumbrar.