La compra de un coche requiere un desembolso económico importante ante el cual no siempre se está en la situación económica óptima. Sin embargo, existen en el mercado distintas soluciones de financiación con las que ir pagando de forma cómoda. Son alternativas esenciales cuando no se dispone del montante suficiente para pagar al contado.
En términos generales, el propietario puede financiar su vehículo a través de un banco o del propio concesionario en el que lo adquiera y su entidad financiera. Si bien antes de decidirse por una u otra opción es primordial fijarse en todos los requisitos de las distintas propuestas disponibles. De hecho, de cara a conseguir la mejor oferta para financiar un coche, lo ideal es compararlas todas y no conformarse con la primera propuesta que se reciba de un concesionario o del propio banco.
Las condiciones de los préstamos para coche que ofrece cada uno pueden variar en gran medida. Analizar cada propuesta requiere tener en cuenta el interés, las comisiones, los requisitos de vinculación (si los hay) y si es necesario abonar una entrada inicial.
Elegir la mejor financiación para la compra del vehículo requiere analizar bien cada oferta y compararlas detenidamente
Préstamo bancario
En definitiva, cuando se financia un vehículo con el banco, este concede al propietario un préstamo personal con el cual, él se encargará de pagar al concesionario. Solo se obtendrá una cantidad equivalente al precio del coche, por lo que no se podrán financiar seguros ni otros gastos.
Para acceder a esta vía de financiación bancaria, en algunos casos será obligatorio hacerse cliente de la entidad –y domiciliar la nómina–. De esta forma, el banco se asegura de que el cliente percibe unos ingresos fijos mensuales con los que poder hacer frente a la deuda contraída.
También es habitual que se compruebe la solvencia del solicitante. Para ello, se suele pedir la presentación de documentos acreditativos que den fe de su situación económica. Además del DNI en vigor, se deben aportar información fiscal y justificantes de ingresos o declaraciones de patrimonio. Algunas entidades llegan a pedir, adicionalmente, información relativa al tipo de contrato del trabajador.
En ocasiones, aunque no es requisito obligatorio para financiar un coche, antes de decidir si conceder o denegar el préstamo, las entidades comprueban que no se figure en ninguna lista de morosos como, por ejemplo, los ficheros de la ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito).
Financiación al consumo
Cuando se financia un vehículo con el concesionario se está realizando una operación de financiación al consumo en la que intervienen el concesionario y una financiera (normalmente, la de la marca). El comprador recibirá el coche y empezará a pagar las cuotas una vez cerrada la operación. Es habitual que se puedan incluir en la financiación otros gastos, como comisiones o seguros vinculados. Y en muchos casos, la operación incluye una reserva de dominio, esto es, una cláusula por la que la titularidad del vehículo seguirá siendo de la financiera hasta que se acabe de devolver la deuda.
En el caso de los concesionarios, suelen aplicar rebajas si el cliente opta por financiar el automóvil con ellos y ofrecen seguros o servicios gratis (durante un tiempo). Por tanto, se impone sacar la calculadora para determinar si resulta más ventajosa esta alternativa de descuento en el precio final que financiar la compra con un banco tradicional, con el que se suele pagar un TIN (Tipo de Interés Nominal) inferior, pero sin recortes en el precio.
Para elegir la mejor vía de financiación hay que tener en cuenta el interés, las comisiones, los requisitos de vinculación (si los hay) y si es necesario abonar una entrada inicial
Una modalidad de financiación común en los concesionarios es el crédito selectivo, o leasing, mediante el cual, el concesionario cubre una parte del importe del vehículo durante un breve tiempo. Una vez finalizado este periodo, el cliente tiene la opción de abonar el importe restante para quedarse con el coche, adquirir un vehículo nuevo pagando la cuotas correspondientes o devolver el turismo.
Por último, hay que considerar también la obligación de contratar seguros adicionales al financiar el vehículo, como las pólizas de protección de pagos. A ese tipo de costes extra, que no suelen sumarse en el cálculo de la TAE (Tasa Anual Equivalente), hay que atender para saber el coste final que tendrá la operación para la persona interesada.
Asimismo, es importante saber si en la financiación se incluyen la matriculación del vehículo, el impuesto de circulación o el seguro del coche.
En los últimos tiempos y fruto de su compromiso con el medio ambiente, algunas entidades bancarias y financieras ofrecen préstamos específicos para coches ecológicos, los llamados créditos verdes con tipos de interés reducido, dirigidos a modelos eléctricos o híbridos enchufables.
A TENER EN CUENTA
Cuando la compra del coche requiere pedir un préstamo para hacer frente a este gasto hay que poner atención en factores muy concretos con objeto de lograr la mejor financiación posible
- El interés o TIN. Es la cifra que permitirá hacer el cálculo de los intereses de un préstamo. Ahora bien, una vez que se disponga de este dato -y toda la información sobre las comisiones de la propuesta que se está analizando- hay que calcular la TAE (Tasa Anual Equivalente) de la operación, que es la variable que mostrará con más precisión el coste real de la misma.
- Las comisiones. Las más importantes son la comisión de apertura (se aplica al inicio de la operación, aunque no todos los bancos o financieras la cobran) y la de amortización anticipada, que es la que habría que abonar si se devuelve la deuda (o parte de ella) antes de tiempo.
- La vinculación exigida. Antes de escoger la mejor forma de financiar el vehículo, su propietario debe informarse de si la propuesta que va a elegir tiene requisitos de vinculación. Es decir, es importante saber si, por ejemplo, el banco elegido obligará a domiciliar la nómina para conseguir su oferta o si la financiera en la que la persona está interesada requiere que se contraten seguros adicionales (por ejemplo, un seguro de coche o uno de protección de pagos), productos que tendrán un coste extra.
- Los ahorros. Los préstamos de los bancos suelen permitir financiar el 100% del coste del vehículo que se quiere comprar, pero no ocurre lo mismo con las financieras de las marcas de coche. En los concesionarios es habitual que pidan aportar una entrada inicial, lo que obligará al comprador a contar con ciertos ahorros.
- Las cuotas. La mejor cuota es siempre la que el comprador pueda pagar cada mes sin problema ni esfuerzo extra.