Los perros también tienen ansiedad, al igual que las personas. Se trata de un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, nerviosismo e inseguridad. Si tu perro sufre este problema, a veces es difícil diagnosticarlo, pero debes observarle y analizar su comportamiento con atención. De esta forma, si detectas cambios en su estado de ánimo y cambios de hábitos en su día a día debes activar las señales de alarma. Es decir, si comienza a tener actitudes que antes no tenía puede tratarse de algo temporal, pero para descartar que se trate de un problema más serio es recomendable que visites a un profesional. Tu veterinario de confianza sabrá cómo tratar a tu perro.

Lo cierto es que si un perro tiene problemas de estrés, ansiedad, depresión, etc, eso se refleja en su relación con el resto de seres vivos que conviven con él. Además, si no se trata y se cronifica en el tiempo, puede desencadenar en otros problemas. Pero ¿qué puede provocar que mi perro sufra ansiedad?

Una de las razones más comunes es la falta de socialización. A través de la socialización, nuestro perro aprende a relacionarse con las personas, con otros perros, además de con su entorno. Por eso, es una aptitud que debemos trabajar con él desde que es cachorro para evitar que se vuelva antisocial, miedoso o agresivo. No debemos saltarnos esta fase de adaptación, puesto que si no se le enseña a integrarse, no tendrá las herramientas necesarias para relacionarse y esto puede generarle ansiedad.

La ansiedad puede surgir también a raíz de una separación. Y es que los perros son animales sociales por naturaleza, es decir, para ellos es imprescindible sentirse parte de un grupo o manada para sentirse seguros, a salvo de todo peligro. Por eso cuando son pequeños no se separan de su madre hasta que son independientes, pero incluso en ese momento les gusta sentirse dentro de un grupo. No les gusta estar solos y ni tampoco faltos de atención con sus dueños. Por eso demandarán cariño y juegos sin parar. Al igual que a nosotros, los humanos, el ejercicio les vendrá bien para descargar todo su estrés.

Del mismo modo, la pérdida de su dueño o de alguien de la familia también le hiere profundamente. Y aunque parezca un contrasentido, la llegada de un nuevo miembro a casa también puede causarle ansiedad hasta que se adapte. Los perros tampoco son amigos de las mudanzas y son contrarios a cambiar de ambiente.

Perros en edad avanzada

Los truenos, los petardos y otros ruidos fuertes también pueden generarles estrés. Y por último, en perros de edad avanzada, puede darse el caso de que aparezca una disfunción cognitiva, lo que en una persona se traduce en demencia. En ese caso se sentirá desorientado y, al igual que nos pasa a las personas, incluso en algunos momentos puede ser incapaz de reconocer su casa y su familia. En definitiva, si tu perro muestra algunos de estos síntomas consulta con tu veterinario.

Si tu perro tiene ansiedad, puedes seguir estos consejos para intentar ayudarle:

  1. No le dejes muchas horas solo. Y cuando te vayas déjale juguetes con los que pueda entretenerse, como un kong relleno de comida.
  2. Establece una rutina de paseos, juegos y comidas. Así tu perro sabrá qué puede esperar en cada momento y esto disminuirá su ansiedad.
  3. Haz ejercicio y juega con él. Es fundamental que reciba diferentes estímulos, descargue energía y se relacione con otros perros. Si tu perro pertenece a una raza muy activa, practica algún deporte con él como el agility. Los dos estrecharéis vínculos y será beneficioso para vuestra salud.
  4. Pregunta a tu veterinario por las feromonas tranquilizantes para perros.
  5. Usa una camisa compresiva. Es un tipo de camisa especial que ejerce un poco de presión sobre su cuerpo y le ayuda a relajarse.