Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
La cocina está hecha a medida en roble natural, lo que potencia el estilo nórdico.
M. Garriga
Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
La cocina, con su isla central, vista desde otro ángulo.
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Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
Detalle del comedor y la cocina.
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Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
La zona del comedor, con un cuadro en formato XL y vistas a la terraza.
M. Garriga
Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
La zona de estar está presidida por un gran sofá esquinero delante de una pared cubierta de palillería.
M. Garriga
Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
El pilar maestro se ha cubierto con diferentes acabados de madera para ejercer de módulo central y cada lateral ofrece diferentes funciones a estancias como el recibidor, la cocina, el comedor y el salón.
M. Garriga
Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
El recibidor, muy amplio y luminoso.
M. Garriga
Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
El baño cuenta con puertas correderas de vidrio y madera que permiten la entrada de luz.
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El dormitorio principal sigue la misma línea decorativa y el cabezal de la cama también está realizado con listones de madera.
M. Garriga
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La terraza, con un banco balinés de madera tropical.
M. Garriga
Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.
Del estado original en el que se encontraba este piso de 230 metros cuadrados de Barcelona no queda nada. La luz natural y la madera en distintos acabados son los protagonistas de esta reforma que logra un estilo nórdico moderno.