Jon Sillero (Durango, 24-IV-1998) es el capitán de un Arenas lanzado y que hoy busca en Gobela ante el Alfaro (17.30 horas) una sexta victoria consecutiva en el grupo II de Segunda RFEF. El defensa, que también portó el brazalete en un Bilbao Athletic donde jugó cinco temporadas, no cree que su fichaje por el club rojinegro suponga un paso atrás y subraya que esta apuesta “mentalmente ha sido muy positiva” después de frustrarse su deseo de dar el salto al primer equipo del Athletic.

El Arenas está de dulce, encadena cinco victorias y hoy puede sumar la sexta consecutiva. ¿Se les ha subido el pavo?

No. Estamos trabajando el día a día desde que iniciamos la pretemporada. Tenemos confianza en nosotros pero no podemos excedernos en ella.

¿De qué está hecho este Arenas?

Un poco de ilusión, de ganas de querer hacer cosas grandes, de tener esa mentalidad positiva de creérnoslo, que es muy importante y que nos implanta Ibai (el entrenador), vemos que los resultados están llegando.

Hablando de Ibai Gómez, ¿es un equipo de autor?

Él tiene las ideas muy claras, es una persona muy disciplinada que trabaja mucho y nos lo hace saber a nosotros.

¿Es muy machacón?

Es detallista, nos ayuda a ver lo que es ser profesional. Igual antes no éramos conscientes de lo que es estar a estos niveles, te da pautas a nivel de nutrición, de cuidarse... para que tú puedas ayudar sobre esos aspectos, que es muy valioso para el futbolista.

¿Qué les prohíbe comer?

Comemos hidratos, proteínas, grasas; lo que se lleva hoy en día. Nos restringe alimentos que puedan causar inflamaciones, vamos, lo normal.

O sea, pueden comer un buen txuletón.

(Risas). Antes de un partido, no, pero sí patatas, pechuga… lo clásico.

Presumen de pleno de victoria, cuatro de cuatro, como locales. ¿Qué les da Gobela?

Tenemos esa ilusión de que si queremos hacer algo grande, Gobela debe ser un fortín, con el apoyo de la afición. Salimos al campo sabiendo que vamos a dominar, con esa ambición, esa energía, de decir que estamos en casa, que nos no puede ganar nadie. Salimos con ese extra de motivación.

Coincidió con el Ibai jugador en el Athletic. ¿Ha sido él el que le pidió que se quedara y renovara?

Hablé con el y me quería en el equipo, me transmitió esa confianza, pero también es claro que no por ello te va a regalar nada y la titularidad te la tienes que ganar con tu trabajo.

Salgamos del tópico de partido a partido. ¿El objetivo es el ‘play-off’?

—Sí. Lo que hemos visto hasta la fecha es que podemos competir contra todos, no tenemos miedo a nadie. El objetivo es el play-off, incluso podemos aspirar a más, a ascender, que lo veo factible.

¿Jon Sillero es ambicioso?

Sí. La etapa anterior no fue positiva y ahora estoy en un momento de confianza muy bueno, y soy ambicioso de cara a lograr cosas importantes.

Es el capitán del Arenas, lo fue en el Bilbao Athletic, es el jefe en el vestuario. ¿Le ha tocado levantar la voz, dar un toque a un compañero?

No soy de esos que echan la bronca. Soy de los que intenta ayudar lo máximo posible, de dar ejemplo y ayudar a la gente que viene de abajo, para que se fijen en mí, dar pautas y consejos de lo que creo puede ser beneficioso.

Ha estado 15 años en el Athletic, uno de ellos como cedido en el Numancia. ¿En qué se ha reinventado?

La etapa en el Athletic la cerré desilusionado con el fútbol y cuando vine al Arenas lo hice con el deseo de volver a disfrutar del fútbol. El curso pasado lo pude conseguir medianamente con la salvación y este tengo ilusión plena porque tanto Ibai como el cuerpo técnico me están dando esa confianza que hace que disfrute.

¿Esa desilusión tras salir de Lezama causó que estuviera seis meses parado?

Sí. Tienes esa aspiración de jugar en una categoría superior y al ver que no te dices que si quieres seguir jugando, que sea en otra dimensión. Cuando vine aquí lo tenía claro.

Hay quien piensa que el fichaje por el Arenas supone un paso atrás en su carrera. ¿Es así?

No me pongo a pensar si alguien cree que es así, aunque pueda entenderlo. Yo, la verdad, estoy muy contento, cada uno lo puede mirar como quiera, sea un paso atrás o un paso hacia adelante, pero yo lo veo que mentalmente ha sido positivo.

De usted dicen que es un jugador polivalente. ¿Cómo se define?

Puedo jugar en cualquier posición, pero a día de hoy me veo más en la de central, soy fuerte en los duelos y tengo salida de balón.

Aunque en Lezama hizo méritos como lateral.

En el Athletic empecé a jugar de central, pero quizá por mi altura (177 centímetros) lo hice después como lateral derecho. Pero en los últimos años volví a jugar de central, donde me sentía más cómodo.

Ha sido casi una eterna promesa en el Bilbao Athletic, donde jugó cinco temporadas, algo atípico, pero no llegó a saltar al primer equipo. ¿Se sintió frustrado?

No, es una situación en la que sabemos que es difícil llegar. Estar cinco años en el Bilbao Athletic no es normal, pero es porque doy el salto muy joven (con 18 años), pero cada cosa lleva su tiempo, hice esas temporadas, vi que no pude dar el salto y no pasa nada. Unos llegan y otros, no.

¿Lo vio más cerca cuando completó la pretemporada con el primer equipo en 2020?

Sí lo ves cerca, lo sientes. Entrenas para ello, pero a veces se dan las circunstancias de tener la suerte de poder quedarte o no. En este caso no tuve esa suerte y tienes que buscar otras alternativas.

¿Le llegó a dar ilusiones entonces el míster (Gaizka Garitano), a decirle algo al respecto?

Tampoco te dan esa ilusión de decirte que estarás en la primera plantilla.

¿Le faltó algo o notó que no depositaron en usted la confianza que cree se merecía?

Es difícil, no es que no te dieran confianza, sino de estar preparado para ello y en ese momento creyeron que yo no lo estaba.

¿Qué sucedió en su último año en el Bilbao Athletic, cuando solo jugó ocho partidos?

Fue un tema especialmente de veteranía, ellos no te veían con futuro para el primer equipo y se decantaron por dar la oportunidad a otros chavales más jóvenes. l