Celta0

Alavés0

CELTA: Sergio; Hugo Mallo, Cabral (Min. 80, Sergi Gómez), Roncaglia, Jonny; Tucu Hernández, Marcelo Díaz; Radoja, Wass (Min. 76, Guidetti), Bongonda (Min. 68, Sisto); Aspas.

ALAVÉS: Pacheco; Kiko Femenía, Laguardia, Feddal, Theo; Manu García, Llorente; Toquero (min. 62, Edgar), Camarasa (Min. 83, Romero), Ibai (Min. 75, Vigaray); Deyverson.

Árbitro: José Luis González González (colegio castellano leonés). Amonestó a Bongonda por parte del Celta; a Llorente y a Camarasa por parte del Alavés.

Incidencias: Balaídos, unos 19.000 espectadores.

vigo - Celta y Alavés aplazaron la resolución de la semifinal de la Copa para el próximo miércoles en Mendizorrotza, tras un partido con oportunidades claras en el equipo gallego, que creó peligro, sobre todo en la segunda mitad, cuando apareció Iago Aspas, pero chocó contra el rigor táctico del conjunto vasco y fue incapaz de batir a Pacheco.

La carta de presentación de los dos equipos fue clara en el primer tiempo: mucho orden táctico. Ninguno asumió riesgos en ataque. No fue el Celta, como le gusta a Berizzo, un equipo valiente, agresivo en la presión y descarado en ataque. Chocó contra el Alavés, bien colocado, seguro, magistral en su repliegue, cómodo en ese escenario.

Sin poder inquietar al conjunto gasteiztarra, sin conexión entre el centro del campo y Aspas, el Celta fue perdiendo la posesión de la pelota.

En una primera parte igualada, con mucha lluvia en Balaídos, y campo pesado, el Alavés desdibujó al Celta con el paso de los minutos. Se apoderó de la pelota, adelantó varios metros sus líneas y creó ocasiones. Tuvo tres en apenas tres minutos: rozó el gol con un remate de Manu García que desvió Sergio; Theo probó desde fuera del área con un tiro desviado, y Deyverson no finalizó con acierto un centro que llegaba en un contragolpe.

El Celta mejoró en la segunda parte, aunque el Alavés asustó a Balaídos con un envenenado centro de Theo para Manu García. Solo fue un aviso porque a partir de ese momento el Celta se sacudió sus miedos para ser fiel a su estilo habitual.

Salió Iago Aspas al rescate de su equipo. Le contagió su energía, su ambición. Y concentró varias ocasiones claras. A la salida de un córner, se encontró una buena pelota ante Pacheco, que paró el lanzamiento. Después tiró un cañonazo al travesaño, y más tarde realizó un buen remate de cabeza y de chilena tras un envío de Tucu Hernández. Fueron cuatro ocasiones de gol en veinte minutos. Aspas monopolizó el juego del Celta. Pero no logró el gol.

El Alavés aguantó, se refugió en su firmeza defensiva y Edgar la tuvo en el minuto 77. Al final, el Celta rozó la victoria con una falta lateral que finalizó Tucu Hernández con un tiro al poste a tres minutos del final. - Efe