Un grato regreso

MINUTOS, muchos minutos. Y cuantos más, mejor. Es lo que necesita Iker Muniain tras casi ocho largos meses en el dique seco. Es la fórmula para tratar de recuperar su mejor versión, aquella que se resquebrajó en Sevilla el pasado 4 de abril, en plena Semana Santa. El navarro se rompió la rodilla izquierda en el Sánchez Pizjuán, lo que le impidió volver a vestirse de corto hasta el pasado domingo, en el duelo del Athletic ante el Levante, en el que apenas disfrutó de un puñado de minutos. Se ganó el aplauso del respetable y con una enorme sonrisa abandonó poco después el campo camino a vestuarios. Ayer, José Mari Amorrortu y Mikel Etxarri le dieron la oportunidad de seguir con su proceso, aún de recuperación, pues necesita rodaje y acumular minutos de competición.

El habitual encuentro navideño de Euskadi, que se midió en la noche de ayer a Catalunya, en un nuevo ejercicio de reivindicación de la oficialidad de las selecciones vascas y catalanas, fue un buena prueba de fuego para el navarro, que disfrutó de la primera mitad del encuentro, tal y como estaba pactado. Pegado al costado izquierdo, pero con total libertad para moverse por la zona central, Muniain vistió por segunda vez en su carrera la elástica de la tricolor.

El habilidoso futbolista del Athletic es consciente de que lo suyo es aún una carrera de fondo, que deberá superar numerosos obstáculos para recuperar su mejor versión. Ayer dejó detalles de la calidad que atesora, aunque se le notó aún cierta falta de ritmo. Nada grave a estas alturas. Su regreso al combinado vasco fue grato y sirvió para evidenciar que a pesar de no estar todavía al 100%, siempre quiere participar del juego. Precisamente, la primera ocasión del encuentro, obra de Aritz Aduriz, nació de sus botas, de un pase en profundidad que el donostiarra no pudo aprovechar, pues su disparo se marchó muy desviado de la portería defendida por un soberbio Pau López.

El guardameta del Espanyol se lució en varias acciones a lo largo de la noche, especialmente en una con Muniain como protagonista a los once minutos de juego. Pau evitó el tanto del navarro con una buena estirada y el balón se marchó a córner tras rozar el palo. El extremo rojiblanco hizo una buena lectura de la jugada, dejando la banda para la subida de Yuri Berchiche y acabando con un disparo desde dentro del área que no acabó en el fondo de la red gracias a la inspiración del meta catalán.

Si bien en su estreno con la tricolor en 2010 Muniain pudo festejar un gol, ayer no pudo emular tal gesta. Volvió a intentarlo a pocos minutos para el descanso, pero remató flojo a portería. Por lo demás, se compenetró bien con sus compañeros, especialmente con Gaizka Toquero, con quien intercambió la posición en numerosas ocasiones, cayendo el gasteiztarra al costado izquierdo, dejando así vía libre para que el navarro se asociara en la media punta. Si bien el encuentro entre Catalunya y Euskadi sigue siendo a día de hoy un amistoso, el navarro seguro que disfrutó de él como si de una final se tratara. El camino es largo y debe aprovechar cada minuto.

siempre aduriz Quien también supo sacar partido del choque fue Aritz Aduriz, que va camino de convertir su idilio con el gol en un matrimonio perfecto. Anoche acudió fiel a la cita. Como hace un año en San Mamés, logró el tanto de la tricolor, aunque el de ayer sí le valió a Euskadi para lograr la victoria. El donostiarra recibió un buen pase de Asier Illarramendi dentro del área para batir a Pau. Siempre combativo, el atacante sacó a relucir una vez más su gen competitivo, pues tuvo sus más y sus menos en algunos momentos con Marc Bartra. Tras su gol, Aduriz sigue siendo, con 11, el máximo realizador de la historia moderna de la tricolor.