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Oskar González
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Se sea creyente o no, para cualquier santurtziarra el día de la Virgen del Carmen es tremendamente especial. No hay día en todo el año en el que se viva un ambiente igual en la localidad marinera y ayer Santurtzi, pese al parón forzoso de dos años, retomó su pasión por la procesión de la Virgen del Carmen y, a pesar del asfixiante calor, miles de personas se congregaron en el corazón del municipio para ver este evento que tiene una tradición centenaria en Santurtzi. A causa de las altas temperaturas. fueron menos personas las que se echaron a la calle para vivir esta procesión, pero no perdió ni un ápice de sentimiento ni de emotividad.
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Se sea creyente o no, para cualquier santurtziarra el día de la Virgen del Carmen es tremendamente especial. No hay día en todo el año en el que se viva un ambiente igual en la localidad marinera y ayer Santurtzi, pese al parón forzoso de dos años, retomó su pasión por la procesión de la Virgen del Carmen y, a pesar del asfixiante calor, miles de personas se congregaron en el corazón del municipio para ver este evento que tiene una tradición centenaria en Santurtzi. A causa de las altas temperaturas. fueron menos personas las que se echaron a la calle para vivir esta procesión, pero no perdió ni un ápice de sentimiento ni de emotividad.
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Se sea creyente o no, para cualquier santurtziarra el día de la Virgen del Carmen es tremendamente especial. No hay día en todo el año en el que se viva un ambiente igual en la localidad marinera y ayer Santurtzi, pese al parón forzoso de dos años, retomó su pasión por la procesión de la Virgen del Carmen y, a pesar del asfixiante calor, miles de personas se congregaron en el corazón del municipio para ver este evento que tiene una tradición centenaria en Santurtzi. A causa de las altas temperaturas. fueron menos personas las que se echaron a la calle para vivir esta procesión, pero no perdió ni un ápice de sentimiento ni de emotividad.
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Se sea creyente o no, para cualquier santurtziarra el día de la Virgen del Carmen es tremendamente especial. No hay día en todo el año en el que se viva un ambiente igual en la localidad marinera y ayer Santurtzi, pese al parón forzoso de dos años, retomó su pasión por la procesión de la Virgen del Carmen y, a pesar del asfixiante calor, miles de personas se congregaron en el corazón del municipio para ver este evento que tiene una tradición centenaria en Santurtzi. A causa de las altas temperaturas. fueron menos personas las que se echaron a la calle para vivir esta procesión, pero no perdió ni un ápice de sentimiento ni de emotividad.
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Se sea creyente o no, para cualquier santurtziarra el día de la Virgen del Carmen es tremendamente especial. No hay día en todo el año en el que se viva un ambiente igual en la localidad marinera y ayer Santurtzi, pese al parón forzoso de dos años, retomó su pasión por la procesión de la Virgen del Carmen y, a pesar del asfixiante calor, miles de personas se congregaron en el corazón del municipio para ver este evento que tiene una tradición centenaria en Santurtzi. A causa de las altas temperaturas. fueron menos personas las que se echaron a la calle para vivir esta procesión, pero no perdió ni un ápice de sentimiento ni de emotividad.
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Se sea creyente o no, para cualquier santurtziarra el día de la Virgen del Carmen es tremendamente especial. No hay día en todo el año en el que se viva un ambiente igual en la localidad marinera y ayer Santurtzi, pese al parón forzoso de dos años, retomó su pasión por la procesión de la Virgen del Carmen y, a pesar del asfixiante calor, miles de personas se congregaron en el corazón del municipio para ver este evento que tiene una tradición centenaria en Santurtzi. A causa de las altas temperaturas. fueron menos personas las que se echaron a la calle para vivir esta procesión, pero no perdió ni un ápice de sentimiento ni de emotividad.
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Se sea creyente o no, para cualquier santurtziarra el día de la Virgen del Carmen es tremendamente especial. No hay día en todo el año en el que se viva un ambiente igual en la localidad marinera y ayer Santurtzi, pese al parón forzoso de dos años, retomó su pasión por la procesión de la Virgen del Carmen y, a pesar del asfixiante calor, miles de personas se congregaron en el corazón del municipio para ver este evento que tiene una tradición centenaria en Santurtzi. A causa de las altas temperaturas. fueron menos personas las que se echaron a la calle para vivir esta procesión, pero no perdió ni un ápice de sentimiento ni de emotividad.
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