Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Canton de Appenzellerland, en Suiza.
Begoña E. Ocerin/Cedidas/Archivo
Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Urnäsch, el principal pueblo del cantón.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Los conciertos y concursos de trompas alpinas son tradicionales.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Atuendo de los denominados 'espíritus del bien'.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Detalle de otro atuendo 'del bien'.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Los 'genios del mal', con cencerros.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Curioso disfraz de un 'genio del mal'.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Un hombre planeando en su parapente sobre las montañas Silberplattenchoepfe en los Alpes suizos.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Una excursionista descansa a la orilla del lago Vilersee en Laufboeden, cerca de Bad Ragaz.
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Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.
Los campesinos de Appenzellerland, un valle perdido de los Alpes suizos, celebran dos fiestas de Año Nuevo cada año. Es más, lo hacen vistiendo extraños trajes que más parecen de carnaval. La tradición se mantiene a pesar de que saben que una de las conmemoraciones va a contracorriente del sistema mundial establecido.