Las predicciones apuntaban a ello, y el Banco Central Europeo no se salió un ápice de ellas. El Consejo de Gobierno del BCE aprobó ayer una subida del 0,5% de los tipos de interés y no descartó acometer una nueva en el mes de marzo. La causa fundamental hay que atribuirla al constante incremento de la inflación subyacente que, al contrario que la general, no ofrece señales de moderarse. De esta manera, el tipo general de interés queda en el 3%, mientras que la tasa de depósito alcanza el 2,5% y la de facilidad de préstamo el 3,25%.

Mientras que, en términos generales, la subida de precios empieza a transmitir visos de atemperarse, este no es el caso de la inflación subyacente, el indicador que recoge las variaciones sin tener en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, que se consideran los elementos más volátiles. Un ejemplo: el IPC situó su variación interanual en el 5,8% el mes pasado, una décima por encima de la registrada en diciembre. Sin embargo, la tasa de la inflación subyacente aumentó cinco décimas, hasta el 7,5%. Esta tendencia es general en Europa, donde además la inflación presenta porcentajes más elevados que en el Estado.

“En vista de las presiones sobre la inflación subyacente, el Consejo de Gobierno prevé aumentar los tipos de interés otros 50 puntos básicos en su próxima reunión de política monetaria de marzo y posteriormente evaluará la senda futura de su política monetaria”, justificó el BCE en un comunicado tras su reunión en la sede central del organismo en Frankfurt, en una decisión que llegó tras un “consenso muy amplio”. El movimiento del BCE llegó un día después de que su homóloga estadounidense, la Reserva Federal, diese un paso en el mismo sentido, al elevar los tipos hasta el 4,75%. 

El BCE confía en que el incremento del precio del dinero reduzca la inflacion al moderar la demanda, aunque debe hilar fino en esta tarea, evitando que un frenazo en la circulación de dinero genere una ralentización mayor en la actividad económica. De hecho, a partir de marzo los aumentos no tienen por qué ser necesariamente del 0,5%, sino que podrían ser del 0,25%, según Christine Lagarde, presidenta del BCE. 

La de ayer es la quinta subida de los tipos de interés decretada por el BCE desde el mes de julio, cuando antes de esa fecha el precio del dinero estaba en el 0%. De esta manera, los tipos de interés se encuentran en su nivel más alto desde diciembre del año 2008.

La inflación general se situó en la Eurozona en el 8,5% en enero, un 0,7% menos que en diciembre, debido principalmente “a una nueva y acusada caída de los precios de la energía”, según el BCE. 

Lagarde envió un mensaje en alusión a las medidas adoptadas para poner un tope al precio de la electricidad generada por el empleo de gas. “Las medidas públicas para compensar a los hogares por los elevados precios de la energía moderarán la inflación en 2023, pero se espera que la aumenten tras su retirada”, alertó la economista francesa, que no obstante subrayó que la economía ofrece una resistencia “mayor de la esperada”.