La realidad es tozuda a pesar de todos los ingredientes negativos de la receta y la economía sigue creciendo. De modo que el Gobierno vasco está diseñando unos Presupuestos de 2023 "expansivos", "transformadores" y que refuerzan la apuesta por el gasto social en un contexto incierto y lleno de interrogantes.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha asegurado esta mañana que el Ejecutivo batirá el próximo año su récord presupuestario. La sombras -tensiones inflacionistas, guerra de Ucrania, problemas de suministros- impiden ajustar en estos momentos aclarar el escenario. Sin embargo, el tren sigue avanzando. El repunte del empleo marca el ritmo de la recaudación de las haciendas forales y por tanto la capacidad de gasto de las administraciones.

De esta forma, Lakua sigue la senda de los presupuestos expansivos que ya marcaron 2021 con un aumento de 6% cuando superaron los 13.000 millones de euros por primera vez en el área del gasto público y con una fuerte apuesta también en la inversión con 1.605 millones para, tal y como se señaló en octubre en la presentacion del actual ejercicio, "relanzar Euskadi" tras la crisis del covid.

Con un menor ritmo del previsto, la actividad económica vasca y la de sus socios europeos mantiene intensidad y se dan las condiciones para atender las cuatro columnas sobre las que se basa la política presupuestaria del Gobierno vasco: avanzar hacia una Euskadi más ecológica, más digital, cada vez más centrada en las personas y con mayor rigor en la gestión.

Azpiazu ha asegurado que no será posible cuantificar el crecimiento de los Presupuestos hasta el tercer trimestre, cuando la evolución de los datos permitirán completar el puzle de estimaciones de la economía. Sin embargo, ha adelantado quen habrá más recursos el próximo año, porque la economía vasca está en un ciclo de "crecimiento sostenido" y "récord" en el capítulo presuestario.