Desde hace unos años las industrias vizcainas buscan mostrar su atractivo a los jóvenes para captar talento. Hacen falta estudiantes con vocación industrial, sobre todo mujeres. En ese contexto varias empresas del sector abren este miércoles sus puertas a grupos de segundo curso de Bachiller, y así los jóvenes pueden vivir en directo cómo funcionan las tripas de una acería, una planta química o una fábrica de piezas de automoción.

DEIA ha acompañado a una clase del IES Etxebarri en su visita a Arania, empresa de Amorebieta dedicada a la conversión de bobina de acero en flejes de precisión laminados, principalmente para automoción. En el Día de la Industria dentro de la iniciativa Industria Erronka que organiza la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM), unos 700 estudiantes han visitado una treintena de empresas. Los jóvenes del bachillerato de la rama tecnológica del IES Etxebarri han podido colarse en el interior de la fábrica vizcaina y conocer los entresijos del proceso que convierte las bobinas oxidadas en el producto final limpio y reluciente y listo para enviar al cliente.

Arania, como todas las industrias, vive un momento de incertidumbre a causa de la huelga en el transporte por carretera, pero por ahora cuenta con materia prima para poder seguir trabajando. Con una plantilla de 180 trabajadores en Amorebieta (el grupo ronda el millar de personas) y una facturación de 160 millones de euros, produce sobre todo partes de la carrocería, revestimientos y componentes para motor y transmisión de vehículos.

Antes de acceder a la planta, los jóvenes se han colocado zapatos de seguridad, chalecos y auriculares para recibir explicaciones en el interior. Uno de los estudiantes, Oihan Padilla, señalaba a este periódico que tiene intención de trabajar en la rama industrial, así que la visita conecta plenamente con sus intereses. "Creo que la industria ha ido cambiando los últimos años, pero sí me espero un sitio amplio, con máquinas grandes y ruidosas", señalaba antes de entrar.

Uno de los grandes objetivos de estas visitas en captar talento femenino, ya que en general las carreras universitarias y los ciclos formativos con enfoque industrial no encuentran eco entre las mujeres. Ainara Maroto quiere dedicarse al mundo de la informática, aunque no descarta que la visita a Arania le haga cambiar de opinión. "Después de la explicación que nos han dado entro con ganas de ver la fábrica. En el futuro sí me veo trabajando en algo de esto". ¿Genera rechazo el mundo industrial entre las mujeres? "Eso veo que va cambiando, ya no es un mundo solo de hombres. Y creo que en el futuro va a cambiar más", señalaba esta joven.

Juan Ramis, gerente de Arania, hace referencia a ese relevo generacional necesario también para acometer la transformación en términos de eficiencia y sostenibilidad que encara el sector. "El futuro son estos chavales. La transformación que necesitamos en los próximos 15 o 20 años tiene que venir de la mano del talento joven, son ellos quienes tienen que liderar esos cambios", les ha animado Ramis.