El Puerto encarará el año que viene su última ampliación y hay cola para adjudicarse el último espacio ganado al mar después de tres décadas de obras.

¿Dónde se está notando más la recuperación?

—Donde más notamos la caída de tráficos, que es en el ámbito energético, petróleo y gas. Estamos realizando en el puerto esa reflexión energética, hay empresas en el puerto que han apostado por el corredor del hidrógeno. Nosotros colaboramos con Repsol y Petronor. Hemos concesionado parcelas para que hagan su proyecto y estamos totalmente implicados. Vamos de la mano de Petronor porque es la empresa de graneles líquidos más grande. Se ven movimientos, pero la recuperación está siendo demasiado lenta.

No se termina de romper el ciclo.

—Nos está costando ir más rápido. Por la demanda del hinterland industrial. Los problemas del sector automovilístico y del sector siderúrgico. Estamos creciendo, no lo que esperábamos, pero tenemos proyectos e intereses entre manos, vinculados al movimiento de contenedor, que me hacen ver, mejor dicho, desear, que habrá una recuperación en el corto y medio plazo.

Respecto a la actividad industrial del Puerto, ¿cual sería el porcentaje idóneo de distribución entre tráfico de mercancías y actividad industrial en los ingresos?

—Ha mezclado cosas que me parecen interesantes. Un puerto no tiene que hacer negocio. Hay que tener los ingresos suficientes para mantener el puerto, hacer las inversiones y amortizarlas, pero el indicador yo he ganado más es negativo.

¿Por qué?

—Porque un puerto está para servir al tejido empresarial de la zona. Es decir, para que las empresas sean más competitivas, para que produzcan más y para que generen más empleo. Hay que tener las tasas y los ingresos necesarios para invertir y mejorar. Esas hipotéticas ganancias que en su caso vinieran deben repercutirse en las empresas y trabajadores a través de bonificaciones de tasas o lo que fuera. Hay que ser útil, porque las empresas vascas que quieren internacionalizar su actividad necesitan al Puerto. Y necesitan que el Puerto sea competitivo.

Pero hay vocación de abrir las puertas para la instalación de proyectos industriales, de ir más allá de la actividad portuaria, ¿no?

—En el Puerto tienen que estar aquellas industrias que sean más competitivas por estar en él. Es cierto que en Bilbao, en Euskadi, el tejido industrial es potente y tenemos que ayudarles a que sean competitivos. Los otros tráficos, de mercancía general, de graneles sólidos, de contenedores, obviamente tenemos que mantener el servicio y desde el punto de vista económico da más ingresos al Puerto, pero no creo que deba ser ese uno de los elementos que te ayuden a tomar decisiones.

¿Hay solicitudes de instalación de empresas?

—Tenemos solicitudes de todo tipo, descarga general, de graneles sólidos y proyectos industriales. Hay interés porque las características del puerto son muy buenas. Se están acercando proyectos de todo tipo. Estamos en un momento dulce porque estamos recibiendo muchas peticiones para ubicarse en el Puerto de Bilbao.