Al 45 % de los vascos que tienen un trabajo remunerado o se encuentran en un ERTE les preocupa mucho poder perder su empleo como consecuencia de la crisis desatada por la pandemia de coronavirus.

Esta es una de las conclusiones del estudio sociológico hecho por el Gobierno vasco sobre "Brecha salarial y brechas de género en el mercado laboral", en el que también se incluyen datos sobre la percepción de los vascos en torno a las consecuencias de la covid en el trabajo.

Algo más de la mitad de los 1.200 encuestados para el estudio tienen un empleo remunerado o están en un ERTE, y de ellos el 22 % reconoce que le preocupa algo la posibilidad de perder su actual empleo o tener que cerrar su negocio.

Al 16 % le preocupa poco esa posibilidad y al 17 % nada. Hay algunas diferencias entre las respuestas dadas por hombres y mujeres, especialmente entre los que reconocen una mayor preocupación, ya que mientras que al 43 % de los hombres les preocupa mucho, este porcentaje sube al 48 % entre las mujeres.

Cuando se ha preguntado por el impacto de la pandemia en los ingresos personales, un 63 % del total de encuestados afirma que no han cambiado, un 16 % que se han reducido mucho o bastante, un 13 % algo, un 3 % que han aumentado bastante o mucho y otro 5 % que no tienen ni han tenido ingresos.

El impacto negativo en los ingresos ha afectado sobre todo a quienes tienen 45 años o menos y en mayor medida a los hombres que a las mujeres.

La conciliación entre la vida familiar y laboral no se ha visto afectada por la pandemia para un 39 % de la ciudadanía. Un 35% señala que el impacto es negativo pero pasajero, un 18 % negativo y duradero, y otro 6 % positivo.

La mayoría de hombres y mujeres está totalmente o bastante de acuerdo con que las mujeres están asumiendo más riesgos para su salud debido a su mayor presencia en puestos de trabajo esenciales (89 %), con que la sociedad se ha dado cuenta que los trabajos de sectores económicos con mayor proporción de mujeres no están lo suficientemente bien pagados (88 %) y que ha aumentado el reconocimiento social de los trabajos de cuidado (79 %).

En cuanto a las diferencias entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, ambos consideran que la situación actual de estas es peor que la de los hombres en diversos aspectos referentes al mercado laboral.

El 68 % cree que es mucho peor o algo peor en cuanto a los salarios, el 67 % en el acceso a puestos de responsabilidad en las empresas, el 66 % en las posibilidades de conciliar, el 64 % a la hora de acceder a un ascenso y un 56 % en la estabilidad laboral y las oportunidades de encontrar un empleo, en ambos casos.

La valoración de las mujeres es más negativa que la de los hombres en los diversos aspectos analizados, con diferencias iguales o superiores a 10 puntos, salvo en lo referente a los salarios, donde la diferencia es de 5 puntos.

Además, las mujeres se han sentido discriminadas en el trabajo por su sexo en mayor medida que los hombres por el suyo, un 5 % muy a menudo, un 7 % a menudo y un 20 % de vez en cuando, frente a un 2 %, otro 2 % y un 7 %, respectivamente, de los hombres.

Un 69 % de los encuestados reconoce haber oído hablar sobre la brecha salarial y saber lo que es, un 17 % dice que ha oído hablar de ello pero no sabe lo que es y otro 14 % no ha oído hablar. Los hombres afirman conocer lo que es en mayor medida que las mujeres (76 %, frente a 63 %).

El 79 % de las mujeres y el 72 % de los hombres opina que a las mujeres se les paga menos que a los hombres por hora de trabajo, teniendo en cuenta todos los puestos de trabajo ocupados por hombres y mujeres en Euskadi.

Respecto a la brecha salarial en la propia empresa u organización, descienden al 14 % quienes creen que las mujeres están peor pagadas en posiciones equivalentes (un 18 % de mujeres, frente a un 11 % de hombres). Un 72 %, de ambos sexos, opina que las mujeres y los hombres están igual pagados y solo un 1 % creen que las mujeres están mejor pagadas.