La pandemia de coronavirus en 2020 ha reducido la actividad económica y el consumo de energía. De hecho, la demanda mundial de energía bajó un 5% pero, sin embargo, la generación renovable creció un 7%, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Las renovables son el futuro, algo que tiene claro la compañía líder en el Estado español, Iberdrola, y esto es algo que se ha visto en la subasta para instalar unos 3.000 Mw de nueva capacidad renovable en el Estado español de esta semana pasada que se adjudicaron con precios de la electricidad del orden de los 25 euros por Mwh, un 43% más barato que el precio medio del pool de generación en España.

Nada menos que 84 empresas pujaron en una subasta, la primera después de tres años, en la que el Gobierno español ha adjudicado 3.034 Mw -para hacerse una idea comparativa las tres centrales de ciclo combinado a gas de Euskadi suman 2.000 Mw-, y el Ejecutivo ha conseguido sus dos objetivos: Avanzar en la descarbonización y ayudar a reducir los precios de la luz.

Los resultados de la subasta se traducirán en ahorros directos en el recibo de la luz que pagan los consumidores, que se incrementarán con las sucesivas convocatorias futuras.

A la citada subasta concurrieron 84 agentes -incluidas las compañías petroleras como Repsol, primer accionista de Petronor, o, incluso, la propia Iberdrola, hasta ahora reticente a este tipo de procesos-, que ofertaron por un total de 9.700 Mw, lo que viene a ser unas tres veces la potencia subastada. Ello es un síntoma del gran interés existente por las energías renovables de cara al futuro y, en principio, del atractivo del nuevo marco regulatorio.

Un hecho a resaltar es que, por fin, la energía solar fotovoltaica va a dar un salto adelante en el Estado español y poder acercarse al peso que tiene en un país como Alemania que dispone de mayor capacidad instalada pese a que sus horas de radiación solar son mucho más reducidas que en la mayoría de la península ibérica. De hecho, de los 3.034 Mw distribuidos entre 32 empresas, el 67%, o sea las dos terceras partes, 2.036 Mw han correspondido a la tecnología fotovoltaica y los 998 Mw restantes a la eólica, que tendrán que estar en 2024.

En tiempos de crisis la puesta en marcha de dicha capacidad de generación eléctrica tendrá un efecto dinamizador en la economía pues el Ejecutivo español considera que la instalación de estos 3.034 Mw supondrá realizar unas inversiones por importe de unos 2.100 millones de euros, a la vez que generarán trabajo para unas 27.000 personas.

La subasta se ha saldado con unos precios de 24,47 euros por mwh en la fotovoltaica y en 25,31 euros por mwh para la eólica durante 12 años.

El Ministerio de Transición Ecológica había puesto mucho interés en sentar las bases para el éxito de la que ha sido la primera subasta de las previstas hasta 2025 en España pues debía cubrir el citado doble objetivo: Desarrollar los planes de descarbonización y, de paso, abaratar los precios de la electricidad corrigiendo el fallo de mercado existente hasta ahora. Este era la dificultad para trasladar a los precios de la energía eléctrica el coste a la baja de tecnologías renovables como la solar fotovoltaica. El decreto gubernamental de junio de 2020 desarrollaba esa idea de una manera diáfana: "El desarrollo tecnológico ha permitido que ciertas tecnologías generen energía eléctrica con costes inferiores al precio de mercado", según se cita en la norma. "En estos casos, el régimen retributivo específico existente no permite trasladar a los consumidores la reducción de los costes de generación". De ahí la puesta en marcha de las subastas.

Eso sí aunque los precios tiendan a la baja no hay que olvidar que el sol, el viento e, incluso, el agua no están siempre disponibles y por ello hay que contar con una serie de centrales térmicas de respaldo, básicamente de gas porque las nucleares irán cerrando según venza su vida útil, que habrá que pagar aunque estén paradas la mayoría del tiempo.

Un hecho curioso de la subasta es que mientras que Repsol no logró ningún Mw porque su oferta fue más alta, Iberdrola, pionera y referente mundial en renovables, se adjudicó 243 Mw fotovoltaicos y sigue siendo el líder indiscutible del mercado español con nada menos que 16.700 Mw renovables instalados.