La pandemia de coronavirus está poniendo en jaque los planes del Gobierno español para fomentar la renovación y electrificación del parque móvil debido a que muchos ciudadanos están optando por comprar coches de ocasión, con un fuerte repunte en las ventas de los de más viejos, para evitar el uso del transporte público y reducir el riesgo de contagio.

Entre enero y octubre se vendieron en España 1.564.026 turismos de ocasión, el 14,2% menos que un año antes y de los que más de la mitad, 881.242 (56,3%), tenía más de diez años, y de estos, 525.476 (33,6 % del total), más de quince.

Desde el fin de las restricciones de movilidad en junio, las ventas de vehículos de entre 15 y 20 años han subido entre el 1,6 y el 22,3%, dependiendo del mes; y las de coches con más de 20 años (173.565) se han anotado repuntes de entre el 15,6 y 36,4%, según datos del sector, que advierte de que estos vehículos son los más contaminantes y menos seguros del mercado.

Por tecnologías, de los vehículos de segunda mano transferidos hasta octubre, el 59,4% era gasolina, el 38,2% diésel, el 1% híbrido, el 0,2% (3.298) eléctrico, el 0,15% (2.362) híbrido enchufable y el 0,2% de gas (3.401).

En lo que respecta al mercado nuevo, en los diez primeros meses del ejercicio se matricularon 669.662 unidades, cifra que supone una caída del 36,8% frente a un año antes y que implica que por cada coche nuevo se vendieron más de dos de segunda mano.

Eléctricos, el 1,7%

Del total de turismos y todoterrenos matriculados hasta octubre, cerca del 80% tenía un motor tradicional de combustión, gasolina, sobre todo; el 14,85% era híbrido no enchufable; el 1,75%, eléctrico (11.728); el 2,06%, híbrido enchufable (13.770) y el 1,05%, de gas (10.071).

Para frenar la caída de ventas e incentivar la renovación del parque móvil hacia uno menos contaminante, el Gobierno puso en marcha en verano dos planes de ayudas, uno para todas las tecnologías (Renove) y otro para alternativos (Moves), sin los que, según las empresas, el desplome de ventas habría sido aún mayor.

Recientemente, el Ejecutivo anunció el objetivo de que en España circulen en 2023 unos 250.000 vehículos eléctricos, frente los 53.847 que había en 2019. Lograr esa meta, según el sector, conlleva tener que matricular unas 83.000 unidades al año, objetivo difícil de alcanzar al ritmo actual. “La pandemia genera mucha inseguridad en la ciudadanía, la gente tiene miedo a los contagios. Para evitarlos opta por un medio de movilidad personal y huye del transporte público. Muchas de esas personas no tienen capacidad de gasto para comprar un vehículo nuevo”, explica a Efe el presidente de la asociación de distribuidores Ganvam, Raúl Palacios.

Esto explica que las ventas de coches de más de 15 años estén registrando subidas muy por encima de las de años anteriores, sobre todo en Madrid y Catalunya, donde hay una mayor afectación del virus, afirmó.

En su opinión, la “palanca” fundamental para poder sacar del parque estos vehículos estriba en extender a coches de 5 años los planes de incentivos con achatarramiento.