- Los empresarios vascos, al igual que el resto de los ciudadanos, ven con preocupación que los rebrotes del covid están ralentizando la esperada recuperación económica tras el confinamiento de marzo. El secretario general de la organización empresarial vizcaina Cebek, Fran Azpiazu, analiza la coyuntura actual.

¿Cómo ven la situación económica en estos momentos?

—La verdad es que ya desde la asamblea de Cebek pintábamos un escenario muy preocupante. Y estamos viendo una caída del PIB de dos dígitos, algo más del 10%, y un aumento del paro. Además las empresas nos dicen que ven un escenario negativo para entre 1 y 3 años. Por lo tanto está claro que estamos en una recesión económica en toda regla. Pensábamos que se iba a producir una cierta recuperación económica en verano pero los rebrotes del covid están dando al traste con las esperanzas.

¿Y qué se puede hacer?

—Mientras no seamos capaces de controlar la pandemia y los rebrotes vamos a dificultar mucho la recuperación económica y su velocidad. Todos los esfuerzos que hagamos para controlar sanitariamente el tema van a suponer para la sociedad y para las empresas un costo mucho menor que cualquier otro tipo de actuaciones. Entre todos hay que hacer un esfuerzo para controlar la pandemia sin recurrir a confinamientos y restricciones a la movilidad que supondrían un mazazo a la sociedad y a la recuperación.

¿Qué mensaje lanzan las empresas a la sociedad en este contexto?

—Uno muy sencillo. En estos momentos el objetivo y la prioridad es resistir y habilitar todos los mecanismos necesarios para que no se destruya tejido empresarial de cara a poder mantener todas las empresas y todo el empleo posibles. No hay que olvidar que las empresas son las que generan riqueza, empleo y, con su actividad, proporcionan ingresos fiscales para mantener el estado de bienestar. Hay que ayudar a las empresas, y ello supone, entre otros aspectos, mantener las medidas de liquidez y los ERTE.

A la vista de que los rebrotes del covid están impidiendo recuperar la actividad económica ¿cómo valora la prórroga de los ERTE?.

—Hemos insistido en que es necesario mantener los ERTE no solo para los sectores más afectados por los efectos de la pandemia, sino también para las empresas en cuya actividad tiene un impacto negativo y no se han recuperado aún. Por ello, era necesario prorrogar las exenciones empresariales y la protección al desempleo de los trabajadores.

¿El acuerdo responde a las expectativas del sector empresarial?

—La propuesta del Gobierno español a los agentes sociales ha estado condicionada, sin duda, por la estrechez presupuestaria existente. Valoramos el acuerdo logrado aunque creemos que es insuficiente. Se prorrogan los ERTE vigentes de fuerza mayor de forma automática hasta el 31 de enero, pero se eliminan con carácter general las bonificaciones de las cotizaciones empresariales. Va a haber muchos bares, restaurantes, comercios, industria, etc. que vean prorrogados sus ERTE pero que pierdan todas las subvenciones actuales. Es cierto que se configuran nuevos ERTE bonificados en base a limitaciones o impedimento de la actividad por nuevas restricciones o medidas de contención pero dichos expedientes ERTE tienen una aplicación muy limitada. Son muchas las empresas que no teniendo encaje en estas figuras, si plantean un ERTE por causas objetivas no van a estar bonificadas. Además, las bonificaciones a partir de octubre, tanto de los ERTE por fuerza mayor prorrogados, como de los ERTE por causas objetivas, se limitan exclusivamente a una serie de actividades que dejan fuera, por ejemplo, a buena parte de los comercios, no incluye a bares, o por ejemplo deja fuera a la mayor parte de la industria. Por otra parte, pese a reducirse las posibilidades de bonificación de los ERTE, no se flexibiliza la actual prohibición de proceder a ajustes en plantilla, lo cual va a situar a muchas empresas en problemas cuando pretendan salvaguardar la mayor parte del empleo.

Da la sensación que España tiene menos recursos disponibles que otros países, ¿por qué?.

—Sería preciso reflexionar respecto a la situación económica en la cual se encuentra el Estado y qué responsabilidades existen en anteriores gestores para que esta situación haya llegado a condicionar la salida en este momento. Otros países han aprovechado las épocas de crecimiento económico para hacer los deberes, -déficit público, control de deuda, reforma de pensiones, del mercado laboral etc-, y España, no. España está con una deuda enorme y con un margen de maniobra muy escaso.

¿A qué achacan que España no haya hecho los deberes?

—La ausencia en los últimos 10 años de mayorías parlamentarias y de Gobierno estables ha traído como consecuencia que no se hayan puesto en marcha las reformas estructurales que se necesitaban desde hace tiempo en educación, pensiones, mercado laboral, fiscalidad, administraciones públicas, digitalización etc. Esta, digamos, precariedad institucional de los últimos años ha evitado que se adopten las medidas que el país necesitaba. Las reformas importantes hay que hacerlas en los tiempos de bonanza pero la ausencia de mayorías estables lo ha impedido y ahora lo acusamos.

¿Y en Euskadi?

—La situación es distinta, mejor que en España. Con un endeudamiento controlado que nos va a permitir una respuesta más fuerte y contundente a la salida de la crisis y con mayorías parlamentarias suficientes para tomar decisiones en todos los ámbitos. Tenemos una serie de grupos industriales importantes, con efecto tractor en la economía como veremos, seguramente, en la recuperación. Y con todo, necesitamos un gran acuerdo de País, entre todos.

Al menos parece que se podrá acceder a fondos europeos.

—Sí. Los fondos extraordinarios de la UE son una oportunidad para Euskadi. Tenemos empresas y proyectos que podrán aprovecharlos eficazmente pero en Cebek nos preocupa también que lleguen a todo el tejido empresarial por pequeño que sea. Vemos un cierto riesgo de que se destinen únicamente a las grandes empresas y administraciones y por ello pedimos la implantación de medidas que permitan una cierta capilaridad con proyectos transversales para que lleguen también a las pequeñas empresas.

Ante la fuerte caída de la demanda en ciertas empresas se baraja reducir costes por vía salarial.

—No estamos por una bajada generalizada de los salarios ya que solo sería una solución para la crisis que atraviesan algunas empresas muy concretas y sería una medida que tendrían que analizar en su seno las partes porque igual el problema es más estructural que salarial.

Ustedes se quejaban del alto índice de absentismo laboral en Euskadi, ahora con el covid y el confinamiento ni hablamos.

—Es que Bizkaia es el territorio con la tasa de absentismo laboral más alta del Estado y ello es un problema gravísimo que tendríamos que abordar desde una forma multidisciplinar, pero lo primero es tomar conciencia del problema.

"Entre todos tenemos que hacer un esfuerzo para controlar la pandemia sin recurrir a medidas como las restricciones de movilidad"

"La situación en Euskadi, con menos endeudamiento, es mejor que la de España para salir de la crisis pero precisamos un pacto de País"