Gipuzkoa registra los peores datos de la CAV en negociación colectiva, puesto que tan solo el 24% de la población asalariada tiene garantizadas sus condiciones laborales por un convenio en vigor, cuando la media de Euskadi se sitúa en el 46,4%, según datos del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) de Euskadi. A finales de 2019, el porcentaje de trabajadores vascos con convenio vigente era del 51,6%, pero el inicio del año supuso el decaimiento de un buen número de marcos laborales y en enero bajó el porcentaje hasta el 44,4%.

El confinamiento congeló gran parte de las negociaciones, pero Bizkaia y Araba han seguido avanzando después del fin del estado de alarma, mientras que en Gipuzkoa el bloqueo se ha mantenido prácticamente invariable. De ahí que se haya ensanchado el diferencial interritorial en la Comunidad Vasca y que la negociación colectiva guipuzcoana vaya varios pasos por detrás.

El decaimiento de los acuerdos en sectores con gran número de trabajadores guipuzcoanos como el metal o la hostelería se encuentra detrás de esta mala situación. La negociación colectiva en Gipuzkoa no ha sido por lo general fácil, pero en los últimos años se ha caracterizado por un alejamiento entre patronal y sindicatos en los sectores más significativos, lo que se ha traducido en un bloqueo que en Bizkaia y Araba se ha atenuado.

Esta falta de acuerdo, además, se concentra en las conversaciones de convenios sectoriales, y no hay que olvidar que ocho de cada diez trabajadores guipuzcoanos se acoge a un convenio de estas características, lo que explica la distancia con respecto a los otros dos territorios de la CAV, según señala el presidente del CRL, Tomás Arrieta.

La situación, además, no parece que vaya a dar la vuelta a corto plazo: "No creo que durante 2020 vayamos a ver resultados significativos, no espero grandes acuerdos", admite Arrieta, debido, en buena parte, a la irrupción de la pandemia de coronavirus que ha trastocado todo el desarrollo económico.

De hecho, recientemente el Consejo de Relaciones Laborales afirmó que la negociación colectiva vasca durante el primer semestre del año "prácticamente se ha paralizado", dado que tan solo se ha llegado a acuerdos que afectan al 2,5% de la población asalariada del sector privado. "Sobre todo son convenios de empresa, por lo que afectan a menos personas", añade Arrieta.

Considera que "no todo es por culpa del covid-19", pero sí lamenta que los escasos procesos abiertos se han visto frenados en seco con la irrupción de la crisis sanitaria y va a resultar complicado retomarlos a lo largo del ejercicio. No obstante, y pese a que reitera su previsión de que no se producirán grandes acuerdos, incide en que "la clave es no abandonar esos procesos y retomar las negociaciones".

Un ejemplo claro se encuentra en Gipuzkoa, donde han comenzado las conversaciones para actualizar el convenio colectivo del Metal. Un acuerdo en este sector cambiaría de manera drástica la mala situación en la que se encuentra el territorio con respecto a cobertura de convenios, puesto que son 40.000 trabajadores los que se verían beneficiados por el nuevo pacto entre patronal y sindicatos.

Otros sectores clave en el mercado laboral guipuzcoano como son la hostelería y Oficinas y Despachos, en cambio, tienen sus convenios decaídos y no se han dado los primeros pasos para iniciar un proceso negociador, lo que repercute en que los datos de Gipuzkoa sean peores que la media vasca.

Evolución favorable en euskadi

En este sentido, el presidente del CRL considera que, a nivel de Euskadi, la situación es buena. Aunque en los primeros seis meses del año "todos los procesos están prácticamente paralizados", incide en que se parte de una buena base porque la mitad de la población asalariada vasca se encuentra en la actualidad cubierta por un convenio colectivo.

Esto se debe a que en 2018 y 2019 "se hicieron los deberes" y el ritmo de negociaciones y acuerdos se aceleró, con el convenio del Metal de Bizkaia como ejemplo icónico por ser el que más personas asalariadas acoge. Al tener por lo general una vigencia superior al año, en la actualidad las condiciones laborales de los trabajadores gozan de una mayor estabilidad.

No obstante, en la CAV también están pendientes de negociación relevantes convenios como el de Comercio y el de Oficinas y Despachos en Bizkaia y el de Metal en Araba, según recuerda Arrieta.

Durante el primer semestre del presente ejercicio, en Gipuzkoa se han registrado 23 pactos, todos ellos de empresa, con lo que se elevan a 119 los convenios con vigencia ordinaria, de los que 113 son de empresa y seis sectoriales.

Por su parte, los convenios con vigencia prorrogada y que están pendientes de renovar ascienden a 178, y en este caso también los pactos de empresa son mucho más numerosos, 160, que los de sector, que se sitúan en 18. La situación cambia en el caso de los decaídos, ya que son más los sectoriales, un total de nueve, que los de empresa, que se elevan a cuatro con lo que en conjunto los pactos decaídos llegan a trece.

100.829

El Preco recibió hasta mayo un total de 213 conflictos que afectan a 100.829 trabajadores del País Vasco, lo que supone un 8,5% menos de asuntos tratados que en el mismo periodo del pasado año. Sin embargo, se duplicó el número de trabajadores que acudieron a esta vía de resolución de problemas laborales en relación a los 49.721 del periodo enero-mayo de 2019.

Por territorios. Según datos del Consejo vasco de Relaciones Laborales (CRL), recogidos por Europa Press, por territorios históricos, 98 conflictos, con 65.789 trabajadores afectados, procedían de Bizkaia (143 conflictos y 24.726 trabajadores en 2019).

Un total de 40 asuntos, con 3.440 operarios, provenían de empresas radicadas en Gipuzkoa (44 conflictos y 10.148 empleados asistidos en 2019) y 75 conflictos, con 31.600 personas afectadas se localizaban en Araba (46 asuntos y 14.847 operarios el pasado año).