- La gerente de Puntuan Consulting, Bibiana Fernández, reconoce ver el futuro con total incertidumbre. En su origen fueron una empresa principalmente consultora, inicios a los que no descarta volver; sin embargo ahora están al 100% centrados en cuatro negocios relacionados preferentemente con eventos, "por lo que en el estado de alerta nos vimos abocados a un parón absoluto y todo el personal tuvo que entrar en ERTE. Lo peor de todo es que todavía estamos con la indecisión sobre si se pueden celebrar eventos y en qué circunstancias se pueden hacer", explicó.

Para la empresaria, en estos momentos "prima más el control de gastos que facturar, ya que no hay eventos a los que facturar; hemos pasado de ejecutar el control mensual a semanal y hemos logrado en un mes entrar dentro de los ratios previstos para la situación actual, pero todavía no con el personal. La verdad es que estamos como pollos sin cabeza, tocando muchos palos para ver cómo redirigir los negocios sin tener que adoptar medidas drásticas", explicó la gerente de Puntuan Consulting, para quien el confinamiento ha sido duro, tanto a nivel personal como económico y emocional.

"Las dos primeras semanas del confinamiento fueron muy duras, de bloqueo total; pasados esos días empezamos a plantear soluciones a lo que se nos venía encima y contratamos a una empresa coach que nos ayudó a gestionar la situación", apuntó.

Tiende a ver la botella medio llena, pero a pesar este vivir en positivo, reconoció que la sensación de ver cómo se paraban sus negocios "en seco" fue in impacto tremendo.

Las webinar de los grandes hoteleros le sirvieron para informarse de la situación del sector a nivel mundial y también para reflexionar y plantearse otra líneas de negocios. "Hemos pasado a hacerlo todo on line, casi sin contacto con los clientes; es la nueva realidad", se lamenta. "Estamos adaptándonos al ritmo de la necesidad, pero no lo tengo nada claro; la incertidumbre es total", recalcó.

Aunque la compañía ya tiene una línea de vinos, durante el confinamiento estudiaron diversas posibilidades de emprendimiento, como el lanzamiento de un vermut y de una sangría, que ya son una realidad que esperan que funcionen."Digamos que esta ha sido la parte divertida del largo enclaustramiento forzoso por la pandemia", señaló .

Entre las lecciones aprendidas durante la alerta sanitaria se queda con la parte humana de su equipo. "Es lo que más me ha calado; la sensación de unidad y de comprensión entre el personal me ha conmovido y me ha sorprendido", apuntó, quien se fija como objetivo poder volver a contar con todo su equipo, aunque para ello es consciente de que se precisa que vuelvan a celebrarse eventos presenciales, celebraciones. "Nuestro sector es uno de los más perjudicados por la crisis del coronavirus y todavía no lo veo claro; si no vuelven los eventos y los caterings no podremos retomar nuestra actividad", señaló con visible peocupación ante el futuro de sus empresas.