BILBAO - La compañía energética vasca Naturgas Energía cambiará su nombre por el de Nortegas y contempla realizar “un esfuerzo inversor” para llevar las conexiones de gas natural a un mayor número de hogares en el País Vasco, Asturias y Cantabria, con el objetivo de crecer e incrementar su número de clientes. La compañía, en su nueva etapa tras dejar la órbita de EDP, se centrará en los territorios citados donde ocupa una posición de liderazgo en el negocio de distribución de gas natural e intentará implantarse en localidades donde a día de hoy no cuenta con presencia, según anunció ayer su presidente, Alejandro Legarda, en el transcurso de una intervención en el foro de Adype, la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, celebrado ayer en el Hotel Domine de Bilbao.

Naturgas, una empresa privatizada en su día en Euskadi y que engloba los activos de las antiguas compañías de gas urbanas vascas, fue vendida por la portuguesa EDP, controlada por la china CTG, a un consorcio formado por JP Morgan Asset Management, Abu Dhabi Investment Council, Swiss Life Asset Managers y Covalis Capital, por un importe de 2.591 millones de euros.

La venta de Naturgas, de sus activos de transporte de gas de 8.141 kilómetros y 250 trabajadores, concluyó el pasado mes de julio y nombró como presidente de la compañía a Alejandro Legarda.

La compañía, con sede corporativa en Bilbao es la segunda mayor distribuidora de gas natural en el conjunto del Estado, con más un millón de puntos de distribución de gas natural y gas propano licuado, y anunció entonces su intención de abordar la creación de “una nueva identidad” corporativa que le permitiera “una personalidad propia y relevante en el mercado de distribución del gas”. El resultado, según Legarda, es que “Naturgas dejará de ser Naturgas para convertirse en Nortegas”.

La nueva Nortegas, según destacó Alejandro Legarda, ingeniero de Irun y con pasado profesional, entre otras, en la empresa CAF, tiene como objetivo para los próximos meses “crecer”. Con medio millón de clientes en el País Vasco quiere centrarse en el negocio gasista tanto en Euskadi como en Cantabria y Asturias, territorios en los que cuenta con un nivel de saturación medio -número de hogares con suministro- del 60%.

Legarda que disertó sobre el futuro del sector energético señaló que, en su opinión “el gas natural sigue siendo una solución buena, que tiene mucho recorrido en términos de coste y energías limpias”. Tesis esta que coincide con la del Ente Vasco de la Energía que considera al gas como la energía de la transición energética hacia un futuro con mayor peso de las renovables.

Por ello, aseguró que la compañía contempla realizar “un esfuerzo inversor” para poder acercarse a nuevos clientes, con el objetivo de alcanzar localidades en las que ahora “no está y tirar tubería” para extender el suministro. Su objetivo es que, “en unos cuantos años”, pueda aumentar la saturación del 60% actual hasta el 85% y lograr “unos cientos de miles de clientes más”.

almacenamient0 de energía Legarda defendió en su conferencia que el cambio hacia un modelo “liderado por las energías renovables” pasa ineludiblemente por “el progreso de las tecnologías de almacenamiento de energía” pero dicho esto advirtió de la importancia del manejo de los tiempos en la transición. “Ser demasiado verde ahora es arriesgarse a tener serias fluctuaciones de precios y posibles restricciones en el suministro de energía”, pero “no impulsar suficientemente esta transición hacia energías limpias es comprometer el futuro de la sociedad y del medio ambiente”, resaltó el presidente de Naturgas.

En su opinión, el gas natural, “menos contaminante que los combustibles fósiles y con un precio competitivo”, será “la fuente más relevante” durante el proceso transitorio hacia un nuevo modelo energético “basado en las fuentes renovables”. Pero insistió en que “mientras no progrese lo suficiente la tecnología de almacenamiento de energía eléctrica y la eficiencia energética de las renovables, habrá que seguir usando energías fósiles y nuclear por que las renovables son limpias pero intermitentes” y por eso se necesita un respaldos para generar electricidad cuando no hay sol, ni viento.