BILBAO. El diputado foral vizcaino de Desarrollo Económico, Imanol Pradales, ha insistido en la conveniencia de que se reanude la actividad industrial en La Naval, dentro de un concurso de acreedores de continuidad, durante su comparecencia en la comisión correspondiente de las Juntas Generales de Bizkaia, pedida por el grupo mixto de la cámara.
Pradales ha advertido de que la actual fase concursal va a extenderse en el tiempo y la solución, en la búsqueda de un inversor con un plan industrial que se comprometa a hacer las inversiones necesarias, no va a ser rápida y sencilla dada "la complejidad de la situación".
También ha desvelado que ya ha habido algunos "primeros posibles potenciales interesados" en el astillero. "Algunos empiezan a pedir información de forma muy preliminar", ha afirmado.
A su juicio, la administración concursal y la dirección deberían poner "el foco" en la construcción de esas dos dragas, ahora paralizada, porque ello no sólo supondrá trabajo para los trabajadores de La Naval, sino que involucrará a los proveedores y las empresas auxiliares que venían operando hasta septiembre pasado con el astillero vizcaino.
El diputado ha puesto de manifiesto que la reanudación de estos trabajos pasa por la consecución de un acuerdo con el armador -la compañía holandesa Van Oord- y con los responsables de la financiación de la operación.
En respuesta a la preocupación mostrada por algunos grupos de las Juntas Generales de Bizkaia en relación a la situación de la industria auxiliar dependiente de La Naval, Pradales ha explicado que la Diputación trabaja en este asunto desde hace un tiempo con el Foro Marítimo Vasco y la asociación de empresas auxiliares de la industria naval.
Comenzó, ha detallado, elaborando una especie de "radiografía" de las empresas que trabajan para el astillero con el fin de conocer su dependencia mayor o menor del mismo, su nivel de deuda o la posible afección en sus plantillas.
En la actualidad, la Diputación ya trabaja con algunos proveedores y empresas auxiliares de manera individualizada para tratar sus respectivas situaciones concretas ya que "cada empresa es un mundo".
Según ha dicho, se trabaja con "discreción" ya que hay compañías que no quieren que se sepa que atraviesan una situación delicada.
Durante su comparecencia, Pradales ha abogado por un trabajo "discreto" y "callado" desde la Diputación en favor de la continuidad de La Naval.
Ha explicado que con ese objetivo la institución mantiene relación con el Gobierno vasco, el comité de empresa, los accionistas de referencia, la dirección e, "incluso, con los primeros posibles potenciales interesados en el astillero", así como con los proveedores y las empresas auxiliares y la administración concursal.
El diputado ha considerado "altamente deseable" que haya una "alineación" de intereses de todas las partes implicadas en favor de la continuidad del astillero y ha recordado que la solución ha de respetar la normativa europea respecto a empresas en crisis, que impide la intervención pública.
Preguntado por el grupo de Podemos sobre posibles responsabilidades en la gestión de La Naval, el diputado ha indicado que si el astillero se encuentra en la situación en la que está "responsabilidades hay y a determinados accionistas les afectará".
También ha asegurado que el sector naval en Euskadi, más allá de la situación concreta del astillero de Sestao, atraviesa "un buen momento", con una amplia cartera de pedidos y capacidad tecnológica, aunque ha señalado: "No podemos permitirnos perder una empresa tractora como La Naval".