BILBAO - La empresa multinacional estadounidense General Electric quiere cerrar la planta de GE Renewable Hydro, una nueva factoría sita en Ortuella (Bizkaia) que recibió al comprar la división de energía de la francesa Alstom, anterior titular de la factoría, con una plantilla de 147 trabajadores. La compañía, que fabrica generadores small se plantearía conservar una oficina con 12 empleados, fuera de la fábrica que controla GE desde enero de 2016, según fuentes sindicales.

El responsable de la división General Electric Hydro, Bill Armstrong, comunicará hoy miércoles los planes de la multinacional tanto a la dirección de la planta, como al comité de empresa y a los trabajadores, así como a las instituciones vascas en el transcurso de las diversas reuniones previstas en la jornada.

Según Europa Press, fuentes sindicales señalaron que la intención de General Electric es “deslocalizar” la producción para centrarla en países con mayor demanda y menores costes laborales como China e India. “Es una deslocalización pura y dura”, afirman los trabajadores.

De hecho, los sindicatos de la compañía habían denunciado a la Inspección de Trabajo días pasados que proyectos de la filial vizcaina se habían adjudicado a sus competidores. Fuentes sindicales aseguraron que, de momento, el grupo GE planteó ayer sus intenciones en una presentación a los representantes de los trabajadores, pero “luego vienen los puestos que se pierden”.

Los sindicatos recuerdan que la planta que ahora “pretenden cerrar” se inauguró el pasado año, después de que el grupo estadounidense adquiriera las actividades de la francesa Alstom, ubicada hasta entonces en Galindo. “Eramos su planta de excelencia, pero no hemos llegado a arrancar”, afirmaron.

Según los representantes de los trabajadores, estas instalaciones no se han llegado a “utilizar completamente” porque “todo el plan industrial” se ha incumplido. “Poco a poco hemos visto cómo nos han ido quitando el trabajo y la entidad de la planta de Bilbao. Teníamos calidad y logística pero pasamos a depender de Grenoble”, critican.

Recordaron que el pasado año, la multinacional cerró el negocio de turbina que tiene en Barcelona y despidió a la mitad de la plantilla de eólico (GE Wind). “Ahora nos toca a nosotros”, añadieron. La intención de General Electric es, según precisaron, vender también el negocio de Birr (Suiza) y conservar solo el de Grenoble.

Los trabajadores, con una media que supera en poco los 30 años, se encuentran “preocupadísimos” por su futuro laboral. “Y más sabiendo que es una jugada, y no se debe a la falta de trabajo porque el producto no vende. Hemos visto claramente que desde que entró General Electric, nuestro carga de trabajo ha ido desapareciendo, que los proyectos no entraban y que nos han ido encareciendo, pero sin subirnos los sueldos, con congelación salarial durante tres años”, lamentaron.

Los sindicalistas creen que el “cierre total” se puede desarrollar hasta noviembre o diciembre, por lo que anuncias que “esto va a ser una pelea larga”.