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“Sabotajes” dejan sin servicio a 6.000 clientes de Movistar

El operador telefónico denuncia daños provocados por autonómos de las subcontratas en la huelga

“Sabotajes” dejan sin servicio a 6.000 clientes de MovistarFoto: DEIA

BILBAO - Movistar denunció ayer la utilización de los sabotajes como “herramienta de presión” en el conflicto que mantienen con las empresas que contratan sus servicios los trabajadores autónomos que realizan labores de instalación y mantenimiento de su red en Euskadi. Fuentes de la compañía telefónica explicaron ayer a DEIA que se han registrado cerca de 300 averías provocadas por un reducido grupo de huelguistas las últimas semanas. El problema se localiza en Bizkaia y Gipuzkoa y cerca de 6.000 clientes de ambos territorios están incomunicados por los continuos cortes de cableado y fibra óptica.

Es una práctica que ha ido “in crescendo” desde que estalló el conflicto a principios de abril -tras renovar a la baja Telefónica el acuerdo con sus contratas por un valor de 1.500 millones- y que es “insostenible” desde que los huelguistas han empezado a “agredir” a los trabajadores con contrato y a “amenazar” a directivos de Movistar, censuraron desde la empresa.

Según la versión de los hechos de la compañía, los autores de los sabotajes son un “pequeño” pero “muy violento” grupo de los profesionales encargados del mantenimiento de su red de telefonía. Su “conocimiento” del cableado les permite “atacar” el circuito en las zonas donde pueden generar mayor impacto, dejando incomunicadas a familias, empresas e incluso administraciones.

“Quieren que sepamos que nos pueden hacer daño y generar problemas”, aseguran desde la empresa. Conocer la red les permite actuar sucesivamente en diferentes tramos de un nodo para impedir que el problema de suministro se solucione. De ahí, la dificultad que entraña volver a conectar a esos 6.000 vascos -4.000 vizcainos- que no tienen ni servicio de telefonía ni de internet y de que cada día “aumente ligeramente su número” o, en el mejor de los casos, “empatemos” y se arreglen las mismas conexiones que se cortan. Los ataques también se producen en instalaciones menores, cajas de registro de particulares, de comunidades de vecinos o líneas que conectan edificios. Además, ese grupo “se apoya en personas ajenas” a las subcontratas para irrumpir en tiendas o concentrarse ante ellas con el objetivo de “amedrentar” a los trabajadores y altos cargos de la compañía.

El conflicto laboral se ha enquistado después de que CC.OO. y UGT hayan pactado con la patronal de las contratas de Telefónica un acuerdo marco, que supone la aplicación de los convenios provinciales del metal para unos trabajadores que hasta ahora no tenían reguladas de forma colectiva sus condiciones laborales.

El pacto suscrito en Madrid afecta a las contratas y subcontratas de Movistar, pero los autónomos se quedan fuera y se han registrado varios focos de tensión. Todos ellos “se han ido apagando”, indican las citadas fuentes, que recuerdan que la Policía ha practicado 15 detenciones en Madrid por acciones de este tipo. A día de hoy, los incidentes se mantienen sobre todo en Euskadi y Galicia, donde Comisiones y UGT no tienen la mayoría. El sindicato ESK está liderando en la calle las protestas en la CAV y la Confederación Intersindical Galega (Ciga) mantiene el pulso en Galicia.

La compañía, que desconoce quién está detrás de los sabotajes en Euskadi, recordó ayer que no tiene “ninguna relación” con los huelguistas, cuyo servicio es abonado por compañías subcontratadas a su vez por las dos contratas con las que opera Movistar en la CAV. No tiene margen de negociación pese a las “presiones”.