El juez admite la venta de Edesa al margen de Fagor
Malagón pide "flexibilidad" a los administradores concursales para aceptar ofertas atractivas por Basauri
BILBAO - El juez abrió ayer una puerta a la venta de la planta de Edesa en Basauri por separado, al margen de una operación que afecte a todo Fagor Electrodomésticos. Aunque considera que no se puede desligar de partida la fábrica vizcaina del resto del grupo, como se solicitaban en algunas de las alegaciones al plan de liquidación, sí admite la posibilidad de hacerlo en el caso de que se presente una oferta de compra atractiva y reclama "flexibilidad" a los administradores concursales de cara a facilitar que se materialice esa oportunidad.
Además, el titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia, Pedro Malagón, estima que debe darse "preferencia" a los compradores que apuesten por mantener los puestos de trabajo de la compañía. Una posibilidad que, para la firma vizcaina, es más factible en el caso de que se dividan los activos y se desgaje la unidad de confort, en la que está incluida Edesa, por tratarse de uno de los negocios identificados como rentables.
También es más asumible para un inversor heredar una plantilla que ronda los 200 trabajadores que los excedentes del conjunto del grupo. Una vez rescindidos los contratos de Edesa no hay obligatoriedad de que las personas a las que se daría empleo fueran las mismas que lo hacían hasta el desplome del grupo, aunque su experiencia sería un punto a su favor si la planta continúa con la fabricación de termos eléctricos.
Todo está pendiente ahora de posibles ofertas. El tiempo juega en contra, ya que los administradores quieren cerrar el proceso este mes. A favor empuja el plan de viabilidad elaborado por los trabajadores y rechazado por Fagor precisamente para evitar romper la unidad del grupo de cara a una venta. Lo que ya está definido es el terreno y las reglas de juego donde se va a jugar el partido. Malagón comunicó ayer la aprobación del plan de liquidación del grupo, que incluye algunas modificaciones en relación a la propuesta de la administración concursal. La más importante para la fábrica de Basauri es su consideración virtual como una unidad productiva diferenciada de la casa matriz.
Las dos ofertas de compra que hay sobre la mesa, la del grupo argelino Cevital y la del catalán CNA, se centran en la línea blanca, lo que implica que Edesa corre el riesgo de entrar en la operación como un activo con el que atender deudas con los acreedores. En esencia queda catalogado como un bien; simplificando, suelo industrial susceptible de ser vendido para un nuevo uso sin mayor interés que el de hacer caja, aunque la marca se mantenga viva.
Nuevo horizonte para Basauri
El escenario para Basauri no cambiará sustancialmente sin una oferta en firme, pero se ensancha el horizonte tras el auto del juez. Malagón ha respetado las líneas básicas marcadas por los administradores concursales. Así, mantiene la división de la cooperativa en tres grandes bloques: los bienes afectos a la producción -la línea blanca, la de minidomésticos y la de confort-, los tangibles no relacionados con la producción -no afectos- de Fagor, y los no afectos de Edesa.
Considera que no cabe separar Edesa de Fagor precisamente por el valor de las marcas y "a efectos de obtener un mejor rendimiento económico". Todo ello no debe ser obstáculo para una posible venta de la factoría del Polígono Azbarren si llega una oferta "beneficiosa para el concurso". Así, apela la "flexibilidad" que debe regir el proceso de liquidación, "aun cuando [Edesa] no esté prevista como unidad productiva en el plan".
El auto también acepta una modificación, solicitada por los propios administradores concursales, de la fórmula polinómica, la operación matemática que determina el valor de los activos. En concreto, se incluye una "variable de garantía de empleo", de forma que, tras la valoración del precio y la forma de pago, la siguiente prioridad que se tendrá en cuenta a la hora de vender los activos será el número de trabajadores que esté previsto contratar.
Se cumple de este modo con la finalidad de la liquidación, pagar la mayor parte de las deudas de la cooperativa, y, en un segundo escalón, se incentiva un plus de generación de empleo en las ofertas. Queda fuera del plan la posibilidad de que el comprador pague indemnizaciones a los trabajadores afectados por los ERE de extinción, así como la petición de que se fije un número mínimo de recolocación de empleados despedidos.
El auto establece que tanto si se procede a una venta conjunta de Fagor Electrodomésticos y Edesa -una posibilidad que el propio plan de liquidación considera improbable- como si se dividen las unidades de negocio la venta se realizaría libre de deudas. Sostiene en cambio que en caso de una venta global los nuevos propietarios deberían asumir las condiciones laborales, incluida la antigüedad, de aquellos trabajadores que continúen en la empresa y cuyos contratos se subroguen.