Ona salva con una multa la ruptura del bloqueo a Irán
La empresa vasca exportó maquinaria al país asiático sin la autorización administrativa
BILBAO - La empresa vasca Ona Electroerosión ha suscrito un acuerdo con el Ministerio Fiscal y con la Abogacía del Estado para poner punto final al procedimiento abierto en 2012 por la exportación de máquinas de electroerosión a países como Irán, sometidos a un bloqueo comercial internacional como sanción contra la política nuclear del régimen iraní.
Fuentes de la compañía vizcaina señalaron ayer que "frente a la aparente gravedad de las acusaciones iniciales", se trata de una venta habitual de máquinas para el sector gasista, que la empresa lleva vendiendo desde 2005 en diferentes mercados y sectores industriales de Europa, Asia y América.
El acuerdo de conformidad supone, según la empresa, el reconocimiento por parte de Ona Electroerosión de que las referidas exportaciones con destino al sector del gas, se realizaron sin contar con la preceptiva autorización administrativa y se acepta la imposición de una sanción económica. Ona deberá abonar una multa económica que no supondrá un riesgo para la viabilidad de la empresa.
Desde la incoación de las citadas diligencias, los abogados contratados por Ona han trabajado con el Ministerio Fiscal y con la Abogacía del Estado para alcanzar un acuerdo de conformidad que pusiera fin al procedimiento para evitar una tramitación larga que hubiera podido arrojar incertidumbre sobre el futuro de la compañía.
Desde noviembre de 2012 En noviembre de 2012, la Agencia Tributaria española anunció el desmantelamiento de una supuesta trama de contrabando de maquinaria que violaba el embargo internacional decretado por la ONU contra Irán y que implica a la empresa de Durango.
Esta compañía, según las autoridades españolas, habría enviado maquinaria, -siete máquinas para fabricar hélices de turbinas para plantas energéticas-, a través de una empresa intermediaria en Estambul en connivencia con Irán y para evitar los controles aduaneros, después de que se le denegara en dos ocasiones el permiso para exportar al citado país asiático.
Según señalaron en su momento fuentes de la Agencia Tributaria, esta exportación ilegal implicaría penas de cárcel y una multa de seis millones de euros. Ona desmintió que estuviese involucrada en ninguna trama de contrabando con Irán o tener relación con el programa nuclear iraní.
Según explicó, en 2009 solicitó dos permisos para dos empresas iraníes clientes y esperó meses a la contestación de la Administración. Uno fue concedido y, por tanto, la máquina fue exportada a Irán con autorización. El otro permiso no se concedió.
La postura occidental en relación a Irán se ha suavizado tras el principio de acuerdo sobre el control internacional del programa nuclear, pero el bloqueo ha afectado a varias empresas vascas que tienen en Irán un mercado atractivo, más en una época de recesión en el mercado interno español.
Hace un año, otra empresa vasca, Lázaro Ituarte Internacional S. A., una compañía dedicada a la fabricación de válvulas, fue investigada por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y tres de sus directivos fueron interrogados bajo la acusación de vulnerar el embargo comercial decretado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidades contra el régimen de Irán.
La firma, radicada en Amurrio y que forma el grupo Valvospain junto con MTS y Fluval, fue acusada de presuntamente enviar al país asiático cargamentos de válvulas de un material, conocido como Inconel 625, que contiene una aleación con más del 25% de níquel, con alta resistencia a la corrosión susceptible de usarse en la industria nuclear.
Más en Economía
-
Este es el máximo de dinero en efectivo que puedes sacar del banco sin previo aviso
-
Trump recula y considera ahora "apropiado" un arancel del 80% a China
-
El empleo en las cooperativas vascas crece un 9% en los tres últimos años
-
Von der Leyen anuncia 3.000 millones de euros más para implementar el pacto migratorio