BILBAO. El Índice de Precios al Consumo (IPC) creció en la CAV durante el pasado mes de noviembre en un 0,2%, la misma variación que en el Estado español, con lo que la tasa anual alcanza el 0,6%, frente al 0,2% en el conjunto del Estado español.

El sector más inflacionista fue el de vestido y calzado, con un crecimiento del 4,4%. También registraron aumentos, pero por debajo del 1%, los sectores básicos de alimentos y bebidas no alcohólicas (+0,1%), medicina (+0,5%) o enseñanza (+0,1%). Tanto en la CAV como en el Estado, los precios de las gasolinas fueron determinantes para el ligero repunte global del IPC. Con todo, no hay tensiones inflacionistas en el horizonte y los expertos consideran que los precios terminarán el año en torno al 0,5% una vez computada la tradicional subida de las navidades.

De momento, la evolución hasta noviembre a nivel de Estado permitirá una mejora de poder adquisitivo para los pensionistas, básicamente para los que menos cobran.

La tasa anual de noviembre ha marcado tradicionalmente el porcentaje en el que suben las pensiones, pero el PP acabó con esa costumbre el año pasado, cuando el IPC cerró en el 2,9% y no se abonó a los jubilados la paga compensatoria, la desviación entre la subida del 1% aplicada y el coste real de la vida.

El Ministerio de Empleo aseguró ayer que los pensionistas han ganado 1.372 millones en poder adquisitivo este año porque sus nóminas crecieron entre un 1 y un 2%, en el caso de las que están por debajo de 1.000 euros, frente a un IPC del 0,2%. Así, indicó en un comunicado que la CAV está a la cabeza de la mejora, con un incremento en el poder de compra de 163 euros. La cuenta no se ajusta del todo a la realidad debido a los altibajos del IPC, desde el 2,9 de enero hasta el 0,0 de octubre. La media anual se sitúa en el 1,4%.