El Audi Q3 sale al campo
w El joven 'crossover' Premium comprime hechura, cualidades y precio del Q5 para competir con el X1 y con el Evoque w Propone cuatro mecánicas gasolina y diésel (de 140 a 211 CV) desde 29.900 euros
bilbao. El Q3 es un crossover ligero creado a imagen y semejanza de los Audi propensos a echarse al monte. Audi vuelve a manejar la receta que ha dado origen a sus hermanos, primero al Q7 y luego al Q5, aunque reduce aún más las proporciones de los ingredientes. La firma alemana prescribe este comprimido a un sector de público de edad, recursos o necesidades de transporte algo menores. El aspirante despliega un muestrario con cuatro propulsores, dos diésel (140 y 177 CV) y otros dos de gasolina (170 y 211 CV), y tres puestas en escena. Las primeras unidades, a la venta desde 29.900 a 42.740 euros, se matricularán después de verano.
El nuevo candidato de la división SUV (Sport Utility Vehicle) Premium condensa las cualidades de sus mayores, lo que acentúa el parecido con estos. La afinidad es especialmente intensa con el Q5, que puede acusar la concurrencia de un modelo semejante más asequible y manejable. El Q3 calca la estampa del producto medio para adaptarla a la talla inmediatamente inferior, decisión conservadora que garantiza una buena acogida pero que resta frescura al lanzamiento. Su envase de cinco puertas con aire de coupé ocupa 4,39 metros de largo, 1,83 de ancho y 1,60 de alto. Habilita cinco plazas algo más escuetas que las del Q5, no en vano este ofrece 24 cm. más de eslora, 21 de ellos entre ejes, y otros 5 en cada una de las otras cotas. En cambio tiene un tiene un buen maletero (460 litros, solo 80 menos).
El menor de la serie Q exhibe el semblante característico de la casa, marcado por una parrilla Singleframe escoltada por faros delanteros con la típica iluminación diurna de diodos. La perspectiva trasera revela una retaguardia conocida, resuelta con un portón redondeado (es de aluminio, como el capó) que integra grupos ópticos y parabrisas acostado.
Su destino lo enfrenta directamente al X1 de BMW, referencia indiscutible de sus creadores. También lo atravesará en el camino del Range Rover Evoque, producto coetáneo que apela a los instintos por medio de una estética más sofisticada y expresiva. El británico abre su tarifa oficial un 10% por encima, mientras que el compatriota soporta un precio similar al del Q3; el primo-hermano Tiguan, tercero en discordia, también cuesta parecido.
diésel y gasolina El repertorio de esta creación asume cuatro motorizaciones procedentes del banco de órganos del grupo Volkswagen. Son corazones de dos litros, con inyección directa de combustible y sobrealimentación por turbo. Van dotados de sistema de recuperación de energía y de dispositivo de arranque y parada automáticos para contener gasto y emisiones. El catálogo contiene variantes del motor gasolina TFSI con 170 y 211 caballos e interpretaciones TDI con 140 y 177.
La carta de presentación de la gama esgrime el señuelo de la variante diésel más sencilla, cuyo aliciente es un precio de acceso contenido. Para ajustar cuentas, Audi asocia esta mecánica a tracción delantera, renunciando al reputado sistema integral quattro que monta las demás. La decisión comporta una lógica merma en la movilidad de dicha versión inicial que, a cambio, consigue una notable austeridad. El Q3 TDI 140 CVC, que será el último en incorporarse al mercado, promete conformarse con un promedio ideal inferior a 5,2 litros.
Esos argumentos -precio asumible y costes de utilización reducidos- inducen a reconsiderar la posibilidad de esta propuesta comedida. La mayoría de propietarios de automóviles como este ni siquiera contempla la posibilidad de abandonar el asfalto. Así pues, es probable que el ágil correcaminos de Audi acabe dando la espalda al campo y especializándose en pasacalles. Y para ese cometido las cuatro ruedas motrices son un gasto innecesario.
La opción básica TDI y la menos ambiciosa de gasolina comparten transmisión manual de seis marchas. Por su parte, las dos alternativas superiores, TDI de 177 CV y TFSI de 211, recurren al automatismo; adoptan el cambio secuencial S Tronic de siete relaciones, provisto de una nueva gestión electrónica que propicia aplacar el consumo.
tres acabados Audi atavía al Q3 con elegancia y generosidad. Lo hace observando la habitual jerarquía de acabados (Advance, Ambiente y Ambition).
Las unidades que visten la definición más discreta salen de fábrica bien pertrechadas: ABS con sistema automático de secado de los discos de freno, distribución electrónica de la fuerza de frenado, asistente de frenado, bloqueo electrónico del diferencial, control de tracción, ESP con estabilización de remolque, freno de estacionamiento electromecánico, seis airbags (frontales y laterales delante y de cortina en las dos filas), reposacabezas ajustables, cuatro elevalunas eléctricos, aire acondicionado, anclajes Isofix para asientos infantiles, faros delanteros halógenos con luz diurna, proyectores antiniebla, sensores de luces y lluvia con función coming & leaving home , inmovilizador electrónico, tracción integral quattro (salvo 2.0 TDI 140 CV), Start&Stop, ordenador de viaje, rueda de repuesto compacta, retrovisores exteriores eléctricos, cierre centralizado, dirección asistida electromecánica, volante regulable en altura y profundidad, toma de 12 V en el maletero, etc.
Las dos puestas en escena superiores agregan llantas de aleación de 17", decoración interior (revestimientos y tapicerías) específica, climatizador de doble zona, distintos equipos de sonido y control de velocidad. El menú de complementos opcionales incluye múltiples recursos: sistema de asistencia al aparcamiento, de amortiguación variable, de iluminación adaptativa, de control de la presión de los neumáticos, faros Xenón Plus, asientos delanteros con calefacción y regulación eléctrica, interfaz de localización del vehículo, asistente para el mantenimiento de carril, equipos de sonido y TV, techo panorámico, etc.
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