Ipar Kutxa se alía con Bankoa, entidad que ya intentó comprar hace 14 años
La cooperativa y la filial de Credit Agricole quieren cerrar esta semana el acuerdo
BILBAO. La reestructuración del sector financiero vasco está a punto de culminar a la espera de la fusión de las cajas de ahorros de la CAV si se cierra esta semana la integración en una sola entidad de Ipar Kutxa y Bankoa, las dos más pequeñas del sistema, tras la aprobación de los consejos de ambas entidades.
Ipar Kutxa, una cooperativa de crédito con sede en Bizkaia, lleva dos meses negociando un acuerdo con el banco guipuzcoano Bankoa, entidad controlada por otra cooperativa de crédito como es el gigante francés Credit Agricole.
Aunque ambas entidades están en beneficios y cumplen los ratios de solvencia precisan, según fuentes del sector, mayor tamaño para hacer frente a la creciente competencia producida por las fusiones de cajas y bancos. No hay que olvidar que en Euskadi, el Banco Guipuzcoano se ha integrado en el Sabadell; Caja Navarra, en Banca Cívica; el BBVA ya es un gigante de primer nivel europeo, y la alianza entre Ipar Kutxa y Bankoa sólo dejaría en solitario, si se culminase la fusión entre BBK, Caja Vital y Kutxa, a Caja Laboral, cuyas especiales características, cooperativa y ligazón al grupo Mondragón, le dejan, en principio, al margen de cualquier proceso de alianzas.
La integración entre Ipar Kutxa y otra entidad, en este caso Bankoa, ya fue avanzada por Carlos Osés, director general de la antigua Caja Rural Vasca, en la pasada asamblea del 2 de abril. Según Osés, cualquier alianza "debería permitir el desarrollo del proyecto actual de la caja, compartiendo un reparto del control y la ejecución de la actividad financiera".
La operación, que todavía no está aprobada por los respectivos consejos, uniría en una sola, con 680 empleados y 134 sucursales, a dos entidades complementarias ya que su mayor fortaleza está en Bizkaia y Araba, en el caso de Ipar Kutxa, y en Gipuzkoa, en el caso de Bankoa, con unos activos de unos 5.300 millones de euros y unos beneficios de 20,7 millones de euros en el pasado ejercicio que finalizó con un resultado neto de 13,4 millones de euros en el caso de Ipar Kutxa, un 2,8% más; y de 7,3 millones, lo mismo, en Bankoa. Estas cifras positivas de la evolución de los resultados contrasta con la realidad del mercado español en 2010 en el que bancos y cajas ganaron, de media, un 23% menos.
Alta solvencia Las dos entidades cerraron 2010 con unos ratios de solvencia por encima de los mínimos solicitados por el Banco de España ya que en el caso de la entidad vizcaina el core capital fue del 13,65% y en Bankoa, del 10,42%.
Ambos grupos siguieron prestando dinero en el pasado ejercicio pues el nivel de créditos concedidos aumentó un 2,3%, para un total de 2.500 millones de euros en Ipar Kutxa, y un 2,8%, para 1.680 millones prestados, en el caso de Bankoa.
Una de las grandes ventajas de la operación, según fuentes del sector, es que en un momento en el que acudir al mercado mayorista es una utopía para la mayoría de las entidades financieras del Estado, la integración de Ipar Kutxa y Bankoa quedaría bajo el paraguas del grupo francés Credit Agricole, una entidad que ha obtenido un beneficio neto de 1.500 millones de euros en el primer trimestre de este año, lo que supone un sustancial crecimiento del 60%, mientras sus ingresos crecieron un 7,7% y ofrece un mayor respaldo.
Ipar Kutxa dispone de 91 oficinas pero sólo 6 en Gipuzkoa mientras que Bankoa, tiene 43 oficinas pero sólo 11 en Bizkaia.
La cooperativa de crédito vizcaina ya había negociado una alianza a través de una SIP con otras cajas rurales del Estado español a finales del pasado año que no prosperó.
No hay que olvidar que a finales del siglo pasado Ipar Kutxa intentó controlar Bankoa para poder acceder al mercado de Gipuzkoa y aunque llegó a contar con el 14% del capital no pudo competir con la oferta de Credit Agricole que en 1997 lanzó una OPA, un 33% superior, a través de su filial la Caisse Regionale Pyrénées Gascogne.
Bankoa, el antiguo Banco Industrial de Gipuzkoa, fue creado en 1975 por un grupo de reconocidos empresarios guipuzcoanos, con Juan Alcorta Maiz a la cabeza, para atender a la industria vasca con firmas como Koipe o Savin. Su apoyo al tejido económico vasco, al igual que el de Ipar Kutxa, se mantiene pues ha sido una de las entidades que ha ayudado a colocar las emisiones de deuda del Gobierno vasco.
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