Bilbao. Los ecos de la primera jornada de Lanbide como Servicio Vasco de Empleo aún no se han extinguido, y la sensación generalizada es de que su irrupción ha sido insatisfactoria para su potencial clientela, que en su mayoría no solo desconoce las virtudes y bondades del nuevo ente sino que tampoco es capaz de identificarlo.

La ausencia de logotipos o distintivos ha contribuido a incrementar el desconcierto de los miles de desempleados, que a día de hoy siguen sin ser conscientes de su puesta en marcha.

En esta tesitura, la justificación oficial ante las críticas recibidas por lo que pareció una apertura muy improvisada, es que las oficinas del SPEE, antiguo Inem, han sido propiedad del Estado hasta el último día de 2010, por cuanto no ha habido tiempo material para colocar las nuevas rotulaciones; una labor que -aseguran fuentes cercanas al Departamento vasco de Empleo- se irá desarrollando de forma paulatina en las próximas semanas. De hecho, el departamento prevé que para final de mes todas las oficinas de Lanbide luzcan su nuevo nombre y logotipo.

Aunque la justificación responda a un argumento real, parece poco entendible que durante el último año y medio -lo ha afirmado repetidas veces la propia consejera vasca de Empleo, Gemma Zabaleta-, más de 100 personas hayan venido trabajando, con frecuencia a jornada completa, en diseñar la plataforma de aterrizaje del nuevo organismo de empleo creado por el Gobierno de Patxi López, y haya que esperar aún un mes para que el Servicio Vasco de Empleo sea cuando menos visualizado.

Más aún, Zabaleta aseguraba allá por noviembre de 2009 que la maquinaria estaba absolutamente engrasada para operar desde el 1 de enero de 2010, fecha en la que el Ejecutivo de López vendía la transferencia. Hoy, un año después, aún quedan demasiados cabos por atar.

Excepción Si en toda norma general hay una excepción, esa fue la oficina de Zumarraga -a fuer de ser sinceros, hubo alguna más- que sí estrenó servicio con su nueva rotulación, lo que da pie a pensar que si pudo hacerse en esta localidad guipuzcoana también en el resto.

Para colmo, ni tan siquiera la página web de Lanbide se estrenó en la jornada del lunes con el nuevo anagrama del organismo; un hecho que sí fue corregido ayer.

Queda mucho, tal vez demasiado por hacer, y el afán por acaparar el foco mediático no debe ir en contra del empleo, a fin de cuentas lo único importante.