BILBAo. "Estamos tranquilos y convencidos de que este despropósito no saldrá adelante". Euskaltel tuvo ayer que enfrentarse al sobresalto de la publicación en prensa de un laudo de la Corte Internacional de Arbitraje de París, que considera que el operador vasco de telecomunicaciones debe pagar a France Telecom cerca de 222 millones de euros por los supuestos daños ocasionados tras la ruptura del acuerdo que mantenían ambos en Euskadi.
Euskaltel no tiene dudas, el laudo es "nulo" porque no se ajusta a derecho y los tribunales ordinarios terminarán dándole la razón en un camino que se intuye largo por los tempos de la Justicia y de la apelación de arbitraje, expresaron a DEIA fuentes de la compañía. France Telecom abrió el proceso en 2006 cuando Euskaltel decidió convertirse en operador móvil virtual y dejar de ir de la mano de Amena, actual Orange, filial del gigante francés.
France Telecom siempre ha sostenido que los clientes de móvil que se quedaron en Euskaltel eran suyos y ha catalogado de "robo" la operación. Todo ello a pesar de que fue la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones la encargada de arbitrar la operación, obligando a suscribir nuevos contratos para todos los clientes. Una a una, las personas con móvil de Euskaltel -que operaba con Amena- acudieron a los comercios y escogieron una de las dos compañías. La mayoría, más de 200.000, se quedaron en la firma vasca.
A partir de ahí comenzaron los litigios, que terminaron en el juzgado mercantil de Bilbao, donde la firma gala realizó su primer intento de pedir una indemnización por la ruptura. Tras fracasar esa vía, France Telecom se ha sacado un as de la manga. Ambos firmaron un acuerdo en el que se comprometían a no hacerse competencia. Era parte de la letra pequeña de la venta a Telecom de las acciones que tenía Euskaltel en otro operador, Auna. El espíritu de aquel pacto, recogido en su redacción, era evitar la competencia en nuevas oportunidades de negocio, pero dejaba la puerta abierta a competir en actividades relacionadas con las que habían desarrollado de forma conjunta hasta entonces.
voto particular Sin embargo, el operador francés ha levantado sobre ese cimiento toda su demanda ante la Corte de Arbitraje de París. Y ésta le ha dado la razón. Lo ha hecho en parte, porque en su voto particular, el español José Pedro Pérez-Llorca, desmonta todas las argumentaciones de sus otros dos compañeros de tribunal.
Pérez-Llorca afirma que la Corte de Arbitraje no es competente para pronunciarse sobre cuestiones de competencia. Añade que los pactos de no competencia entre empresas son nulos bajo el Derecho comunitario y el español. Y en cualquier caso, subraya que Euskaltel no rompió el pacto. El letrado español, uno de los padres de la Constitución y ex ministro de UCD, sostiene, asimismo, que la indemnización de daños y perjuicios no se ajusta a la normativa estatal.
Son uno tras otro los argumentos defendidos por Euskaltel ante el tribunal de arbitraje. Los votos de los otros dos jueces, un francés y un argentino, los sortean a pesar de que en la exposición reconocen que no tienen competencia para enjuiciar la cuestión, que se debe dirimir en el acuerdo marco entre ambas compañías y, por tanto, en los juzgados ordinarios de Bilbao o Madrid.
En consecuencia, el laudo concede a France Telecom una indemnización de 221,9 millones de euros -ochenta menos de lo reclamado- como resultado del cómputo de dos variables los supuestos clientes robados y las inversiones que tuvo que acometer Orange para contar con una red comercial en la CAV.
Euskaltel presentará en breve un recurso ante los tribunales de Lausana que revisan las sentencias de la Corte de Arbitraje, pero su fallo no será vinculante. La causa concluirá previsiblemente en los tribunales de Bilbao, donde el operador vasco está convencido de que, como en 2006, la causa será desestimada. El amplio conocimiento del derecho estatal de Pérez-Llorca es una aval añadido para poner freno al "despropósito", sostienen.
El proceso no supondrá ningún quebranto para la actividad de Euskaltel que mantendrá todos su planes de expansión y crecimiento.