BILBAO. La industria de matricería en Bizkaia, con un notable pasado y una importante crisis en el presente, puede dar un vuelco si se consigue cerrar el plan ideado por la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) para materializar una fusión de la mayoría de las compañías del sector, algunas en proceso concursal, de cara a crear una empresa grande capaz de competir con los nuevos suministradores del Este de Europa y China.
El sector vasco de las matricerías, que se dedica sobre todo a fabricar los troqueles y moldes que darán forma a la chapa de automóviles y, en menor medida, electrodomésticos y aviones, lleva varios años en progresivo declive, básicamente por el incremento de la competencia de países como la República Checa, con costes mucho más bajos.
Entre el año 2000 y 2007 las empresas del sector perdieron más del 30% de los pedidos pese a que "sí había trabajo en el mercado porque los fabricantes de coches multiplicaron el lanzamiento de nuevos modelos y plataformas, pero los precios que nos imponían no nos permitían competir porque los costes laborales vascos no tienen nada que hacer frente a los países que se han incorporado a la UE desde el este de Europa, y la puntilla fue la entrada de China en el mercado, pues incluso alguna empresa de automoción, más o menos cercana, ha contratado con ello por una mera cuestión de precios", destaca un trabajador del sector de troquelería vizcaino.
Crisis agudizada En los dos últimos años, incluso las empresas que mejor funcionaban se han visto afectadas negativamente por la crisis económica general que ha semiparalizado los nuevos proyectos de inversión, dado que los sectores demandantes de productos de las matricerías vascas son algunos de los que más han sufrido la recesión, como automoción, aeronáutica y electrodomésticos.
La FVEM está elaborando un denominado Plan de Actuación Conjunta que concluya con la concentración de las empresas matriceras que "voluntariamente lo decidan".
Según la patronal vizcaina del metal, el análisis se centra en cinco firmas: Troquenor, de Sondika; Matricería Nervión, de Bilbao; ICT-ICM, de Gallarta; Troquelerías Irurak, de Zamudio y Dismodel, de Sopelana y el proyecto se plantea como un proceso abierto.
Como ya anunció el pasado martes el presidente de Confebask, Miguel Lazpiur, el tamaño sí importa, máxime si se trabaja para grandes grupos internacionales como son los fabricantes de los sectores demandantes algo que corrobora, Jaime Fernández, gerente de la FVEM.
Concentración En su opinión, el sector se encuentra en una situación "muy delicada, especialmente las empresas de tamaño medio". Según explicó Fernández, "la concentración empresarial ha permitido a algunas empresas dedicadas a esta actividad acceder y gestionar pedidos mayores", mientras que otras, en cambio, se encuentran en suspensión de pagos o frente a dificultades financieras muy serias.
El plan auspiciado por la FVEM estará financiado por el Gobierno vasco y "su objetivo último es elaborar un Plan de Actuación Conjunto o un proceso voluntario de concentración empresarial". La FVEM se da seis meses de plazo para tener elaborado un estudio sobre las posibles alternativas.
En el sector, que emplea a unos 2.600 trabajadores, las empresas de mayor tamaño, como Matrici y Batz, cooperativas del grupo MCC, han llevado mejor la situación. De hecho estas dos últimas, aliadas entre sí, se encuentran a primer nivel europeo y cuentan con plantas en países como República Checa o China. Ahora negocian entrar como proveedores de Land Rover.