bilbao - Ziortza Villa es la tricampeona estatal de ciclismo ultrafondo, acaba de ganar la Copa de España y se ha convertido en pionera tras lograr el primer registro femenino NON Stop del Camino de Santiago -paró el cronómetro en 34 horas y 20 minutos estableciendo así un primer récord femenino-. Pero la ciclista vizcaina no se conforma con eso y quiere más. Mira alto. Y ha fijado su vista en el Campeonato del Mundo de Contrarreloj Individual de 24 horas que los próximas días 26 y 27 de octubre se celebra en la localidad californiana de Borrego. No es la primera vez que Villa acude a este torneo, ya consiguió un meritorio sexto puesto la temporada pasada; pero en esta ocasión, la corredora quiere superar las expectativas. Por ello, todo el curso ha ido destinado a entrenarse lo mejor posible para este campeonato. “El año pasado fui sexta pero no fue mi mejor día, supe que podía haberlo hecho mejor. Entonces, en cuanto volví de California supe que mi objetivo y mi ilusión era preparar durante un año este Mundial. Así que llevamos desde que acabó el del año pasado preparándolo sin descanso. Han sido 11 meses trabajando para esta carrera”, explica.

Porque además de ciclista, esta vizcaina es también fisioterapeuta en el hospital de Cruces. Trabaja 35 horas semanas y dedica otras 25 al deporte que le apasiona. “Quien sepa hacer cuentas sabe el tiempo que me queda para el resto de cosas. Este año mi familia, mis amigos, mi alimentación... todo ha ido en función del Mundial de la próxima semana”, se sincera. Porque el Campeonato Mundial es su objetivo de 2018 y no lo oculta, aunque es consciente de que colgarse el oro es complicado, sobre todo teniendo en cuenta la diferencia existente entre las pruebas de esta modalidad que se disputan en España y el formato de competición del torneo que se celebra en Borrego. “Aquí todas las pruebas son en circuitos de velocidad, es decir, competimos todos los participantes todos juntos: hombres, mujeres, gente que va en solitario y gente que va a relevo. En el Mundial es en un circuito a contrarreloj. Estoy yo sola en la bici, no tengo a nadie por delante ni por detrás y solo tengo asistencia mecánica y avituallamiento cada bucle de 30 kilómetros. Es una prueba de resistencia en todos los sentidos”, resume.

El circuito de Borrego, al que Villa se va a enfrentar la próxima semana, es duro. Muy duro. Es una carretera de asfalto rugoso en medio del desierto. Una línea amarilla en medio, dividiéndola en dos carriles, y con arena a ambos lados. La soledad, la nada, las altas temperaturas y la ausencia de contacto son los rivales con los que tendrá que pugnar la vizcaina. Estará 24 horas sobre la bicicleta, sin bajarse, pero el cansancio será lo de menos. “Una de las características principales es la diferencia de temperatura entre el día y la noche: más de 25 grados. Una diferencia que no he sentido nunca. Pasas del verano al invierno en unas horas. Además, el campeonato se celebra en un día que tiene 14 horas de noche, entonces entra en juego la estrategia de las luces, la batería, el sueño... Es una prueba de resistencia increíble y por eso es un Campeonato del Mundo”, sentencia.

un documental Además de presentar su participación en el Mundial de California, Villa aprovechó para dar a conocer el documental Récord del Camino de Santiago, un film con el que quiere “mostrar cómo es una carrera de ultrafondo desde dentro”. La ciclista vizcaina realizó el recorrido que une Roncesvalles con Santiago de Compostela, de 755 kilómetros en 34 horas y 20 minutos, es decir, mantuvo una velocidad estratosférica al alcance de muy pocos y su hazaña quedó reflejada ante la cámara: “Tenía muchas ganas de hacer esto porque para los ultrafondistas el Camino es como nuestra vara de medir y nunca una mujer había intentado realizarlo de esta forma y yo llevaba mucho tiempo con ganas. Supe que este era el año porque se ajusta mucho a lo que voy a tener en Borrego, así que fue una buena preparación”, concluye.