bilbao - El choque de palas entre Urdaibai y Zierbena fue la imagen de la primera jornada de la Bandera de La Concha. Fue una acción que tuvo como resultado una durísima sanción para Urdaibai, que de no producirse ningún cambio en los próximos días remará en la primera tanda con quince segundos más que el tiempo del último clasificado. Fueron momentos llenos de tensión. Con las pulsaciones a mil después de la regata, los enfados fueron evidentes en la rampa a la hora de desembarcar. Pero horas más tarde y ya con los cuerpos calmados, los análisis fueron más reflexivos. En Zierbena quieren dejar atrás toda la polémica y centrarse en su oportunidad de agrandar la historia del club con su primera bandera donostiarra. Por su parte, los remeros de Urdaibai no quieren pensar en nada más que en sacar a la luz su espíritu ganador y remar con toda su alma para realizar el mejor papel posible, sea desde la primera tanda o desde la segunda, si prospera el recurso.
Iñaki Goikoetxea fue uno de los protagonistas de la jornada del domingo. El remero de Lekeitio remó en la Bou Bizkaia y fue testigo de lo sucedido. “Recuerdo que a mitad de largo pasamos por al lado de la boya tres y a partir de ahí todos enfilamos hacia la cuatro. El juez estaba detrás pero no sacó la bandera a nadie y en ese momento se escuchó un dale, dale. Fue todo muy rápido. No se si fueron una palada o dos, pero sí que tengo la imagen de que cuando giré la cabeza, Zierbena estaba en la cinco”, explica.
En el bote galipo bogó, como es habitual, el entrenador Juan Zunzunegui y opina que lo sucedido fue un error de Urdaibai: “Cuando tengo a un patrón que está fuera de su calle, lo primero que le digo es que si hay algún peligro, escape. Sé y asumo que cuando estoy fuera de mi calle hay unos riesgos. Si le hubiera pasado a mi equipo le diría que se pusiera las pilas porque no se pueden tener estos fallos cuando te estás jugando lo que estás jugando”. Asimismo, añade que “se ve la enfilación que tiene su trainera, que es hacia nosotros y después del toque, que pudimos haber seguido recto, nos abrimos a estribor. Fueron ellos los que vinieron en nuestra dirección, ya que salieron de la boya tres y nosotros de la cuatro”.
Aun así, Zunzunegui no ve que haya ninguna mala intención en todo lo sucedido: “Fue un lance de regata al que tampoco hay que darle más vueltas. Ni es culpa de ellos ni de nosotros. El árbitro tomó una decisión. Ahora podrán recurrir o no, pero está claro que se equivocaron”.
Goikoetxea, por su parte, también apuesta por quitar hierro al asunto acontecido el domingo y no quiere valorar la intencionalidad de los galipos. “No digo que lo que hicieran sea intencionado o no, solamente que fue un cambio de rumbo extraño. Consideramos que no fue una maniobra normal porque la ola pedía ir hacia las calles de fuera”, comenta el remero de la Bou Bizkaia, que opina que “fueron una falta de respeto los gestos que hizo el patrón de Zierbena en la trainera. Allá cada uno con sus hechos, pero no le dejan en buen lugar”.
El choque de palas entre Urdaibai y Zierbena fue un hecho cierto, pero a partir de ahí las opiniones fueron de todo tipo. “El de Zierbena dará su explicación, el de Bermeo la suya, los periodistas valorarán según lo que han visto, el espectador de otra forma diferente? al final que cada uno valore”, declara Goikoetxea. Los bermeotarras reconocen estar “tranquilos” y ya solo piensan en la regata del domingo: “No sabemos en qué tanda remaremos, pero nosotros sin duda vamos a ir a demostrar la mejor cara de Urdaibai. No iremos a hacer el paripé, iremos a ganar”.
Con la misma mentalidad están en Zierbena. El incidente del domingo ya queda en el pasado y ahora solo queda mirar a la segunda jornada. “Estamos bien, pero parecido a antes de la primera regata, tampoco hay una gran euforia. Sabíamos que andábamos rápido y tenemos que seguir trabajando para poder rematar”, expresa Zunzunegui. Con la mirada puesta exclusivamente en el futuro, sin pensar en el choque de palas y centrándose únicamente en la oportunidad histórica de ganar la primera Bandera de La Concha para el club galipo.