Jorge de León, tenor: “Otello’ es una ópera muy contemporánea y actual; cada vez hay más asesinatos machistas”
El tenor canario afronta el papel de Otello en esta producción de ABAO Bilbao Opera con la que la asociación lírica cierra esta temporada
En Otello lo que prima es el drama. El valeroso general veneciano y gobernador de Chipre cree que su mujer, Desdémona, lo engaña con Cassio, por lo que se desliza y cae al abismo de los celos. Es Yago quien maquina una estrategia para levantar las falsas sospechas, las que terminan convirtiendo al moro de Venecia en un asesino y suicida.
Desde el comienzo de su carrera, Giuseppe Verdi buscó concebir una obra en la que la música y la teatralidad se compenetraran a la perfección. Y para llevar a escena este drama se tiene que contar con un tenor que encarne a Otello, un personaje psicológicamente complicado y vocalmente exigente.
Al canario Jorge de León se le ve muy cómodo interpretando el papel de Otello, con el que tantos tenores se han dado de bruces. Comparte escenario con la soprano albanesa Ermonela Jaho y el barítono Claudio Sgura.
Un papel complicado...
—Es bastante complejo en todos los sentidos: en la interpretación, en la técnica, en la partitura, en lo que representa el personaje... O sea, que tiene de todo.
La primera vez que debutó con este rol tuvo que sentir un vértigo terrible.
—Siempre da vértigo, sobre todo debutarlo, pero claro, yo lo estoy interpretando desde 2019. Luego llegó la pandemia y, cuando esta pasó, lo volví a retomar en 2021. Han pasado cuatro años y lo he vuelto a retomar. Es tan exigente y tan potente que para mí ha sido como volverlo a debutar porque hay que tenerlo muy a la mano, muy hecho para poder dar lo que exige el rol, lo que exige el personaje: una persona con mucho temperamento, con ese final tan dramático, tormentoso... Es muy rico, sobre todo por lo que representa como actoral, como teatro.
¿Y cómo es el ‘Otello’ de esta producción que presenta ABAO en Bilbao?
—Es una producción clásica con un trabajo intenso. Hemos trabajado mucho sobre la violencia que lógicamente se ve, desde el sufrimiento, desde la sinceridad del ser humano, de los complejos, de la mala gestión, de los sentimientos, digamos muy psicológicos... Yo pienso que el personaje lo hemos trabajado partiendo del amor para llegar al trágico momento del feminicidio. Es una situación muy contemporánea, muy actual que vivimos lógicamente en la sociedad de hoy en día. Un tema universal y, sobre todo, muy contemporáneo con los asesinatos machistas que se están produciendo. ¿Cómo un personaje se puede manipular y puede llegar a este extremo lleno de complejos, de inseguridades, siendo un gran capitán que todo el mundo vanagloria? Es esa soledad del famoso, del deseado, del envidiado que realmente atormenta a su interior, a su persona.
Ha cambiado poco en este sentido la sociedad desde que Shakespeare escribiera ‘Otello’.
—Las contradicciones amorosas, los problemas amorosos que llegan a un final tan drástico son temas muy candentes y muy en boga. Para mí es una puerta abierta a la información porque si esto sirve de educación, si sirve para mostrar a dónde se puede llegar, es una lección de vida maravillosa. Como intérprete, como cantante, como artista, mostrar y denunciar de alguna forma esta situación me parece algo fundamental.
‘Otello’ contradice la opinión de algunos de que la ópera está obsoleta.
—Hay mucha demanda de cultura en la sociedad, aparte lógicamente del efecto de redes sociales, el móvil, pero hay un gran abanico de posibilidades que te ofrece la cultura. Soy de la opinión de que hay que ir a un teatro, al cine, al fútbol, leer libros, ir a la ópera... ¿Qué tiene la ópera para que aun luchando contra todas estas situaciones se mantenga viva? Pues lógicamente el hecho de que es un sonido real, sin amplificar, en donde entra la ciencia de la acústica de los teatros para que una voz sobrepase un foso orquestal de 80 músicos, de que hay teatro, de que hay literatura, de que hay escenografía, de que hay baile, de que hay luces, de que hay caracterización... Creo que es un arte bastante completo que tuvo su auge, fue muy popular, lo que hoy denominamos elitista y que en el fondo sigue siendo popular.
‘Otello’ es una tragedia de amor, celos, frustración y ambición. ¿Y también sobrevuela el racismo?
—Es un tema muy delicado, pero es cierto que él dice en un momento, sacado literalmente de la obra de Shakespeare, ¿será que estoy entrando en el valle de los años o será que en mi cara tengo esta sombra tenebrosa, esta oscuridad tenebrosa? Otello siente una presión que yo la comparo con lo que se puede leer hoy en día en las noticias sobre los comentarios racistas hacia los jugadores de fútbol. Jugadores aclamados que después se encuentran con la cara triste de que los estén señalando con insultos racistas. Creo que esto va muy a colación con el tormento y la pesadumbre que siente Otello en este drama.
En algunos teatros se prohíbe pintar la cara de negro al personaje de Otello por considerarlo racista...
—Realmente no es negro, Otelo es moro, mauritano. Y aparte es marinero, que yo también soy marinero y soy canario y tengo la piel morena. Pero realmente con esta cuestión de pintarse la cara de negro, con esta situación que se comenta, yo nunca me he subido a un escenario para burlarme de nadie. Interpreto al personaje que muchas veces es chino, como es Calaf, o es americano como es Pinkerton o es calabrese como Canio. Y también respeto muchísimo y es muy de valorar el trabajo del equipo de caracterización. Hay gente que se dedica a transformar personas, como en Fausto, que en plena obra a un joven lo convierten en un viejo y de viejo a joven. Y por eso yo no creo que nos estemos burlando o haya una burla sobre la gente mayor. O Nicoletto, que es un jorobado porque la obra requiere que sea de forma de jorobado, porque es un bufón, pero tampoco creo que la intención sea burlarse de él. Es algo importante. Yo, como artista, jamás me subiré a un escenario a burlarme de nadie. Interpreto un papel: yo no soy un asesino, pero tengo que interpretar a un asesino y a un machista, a un feminicida. Mi intención es interpretar para mostrar una ficción que pueda solventar la crueldad de la realidad.
Está considerado como uno de los mejores tenores de su generación. Llegar hasta aquí me imagino que le habrá llevado muchos años de preparación, de dificultades.
—Este es un trabajo de perfeccionamiento, de fuerza de voluntad, de amor por lo que uno hace, de objetivos, de meta, de ilusión... Y lógicamente no creo que un artista, como un marinero, se haga con aguas calmas . El marinero se hace con la dificultad que le ofrece el mar. Esto es una carrera, al igual que el mar, con muchísima dificultad. Y llegar a los altos niveles lógicamente necesita de mucho trabajo previo, de vocación, de dedicarte enteramente a la profesión. El resultado de toda esta lucha durante todos estos años ha sido muy positivo. Mucha gente pregunta cuál es el secreto y creo que el secreto está en trabajar y la suerte es la de estar preparado para el momento en el que surja una oportunidad.
En estos momentos le están llamando de muchísimos teatros. ¿Cuáles son los proyectos y los retos que va a afrontar en un futuro cercano?
—De aquí directamente me voy a Roma a cantar Carmen, otra obra sobre el mismo tema, un drama donde Don Josep mata a Carmen. Es una obra tremenda: o tienes que estar conmigo o muere, es su tema principal. Luego retomo en el Teatro Real otra vez Otello. Además, tengo sobre la mesa muchos proyectos de repertorio que actualmente estoy abarcando, que es de lírico spinto.
¿Y hay algún papel más en el que le gustaría debutar a Jorge de León?
—Siempre existe la ilusión de debutar todos los roles y de abarcar más. Hay muchísima ópera, muchísima música. Y lógicamente uno no quiere quedarse en lo que tiene, sino intentar abarcar más. Eso te mantiene vivo. Me gustaría debutar a Adriana Lecouvreur, La fanciulla del West... Ya llevo una treintena de títulos entre ópera y zarzuela, que también es bastante importante, pero sigo con las ganas de debutar varias óperas a las que tengo cierto cariño y admiración y creo que mi voz se adaptaría muy bien a ellas. l
El Post-it
Cuándo. Todavía quedan dos funciones, hoy y el lunes en el Euskalduna Bilbao. Se podrán escuchar tres voces excepcionales, que protagonizan la ópera: Jorge de León, Ermonela Jaho y Claudio Sgura.
Producción. Una producción de ABAO Bilbao Opera con el sello de Ignacio García y el patrocinio de Kutxabank.
En sustitución de la BOS. Francesco Ivan Ciampa afronta una partitura de profunda intensidad dramática, al frente de la Kyiv Symphony Orchestra, que debuta en ABAO. Sustituye a la BOS, que está en huelga.
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