Loraldia Festibala invita a una conexión enriquecedora entre las culturas vasca y amerindia con la iniciativa Lurretik Lurra, que busca “construir puentes” entre ambas a través de un concierto protagonizado por Darlene Gijuminag, Mixel Etxekopar y Claudine Arhancet. El evento gratuito tendrá lugar el 26 de marzo en la Biblioteca Bidebarrieta a las 19.00 horas.

Lurretik lurrera busca acercar al presente “las relaciones históricas” entre los pueblos vasco y mi'kmaq surgidas en los siglos XVI y XVII a través de la música.

El recital del día 26, de una hora de duración, se presenta como “un diálogo cultural y artístico surgido de las profundidades de la tierra” y cuyo embrión hay que buscarlo en el vínculo histórico entre los pescadores vascos y la comunidad de mikmak en Terranova, en aquellas singladuras de los arrantzales a la caza de ballenas y bacalao.

El trío formado por la música Darlene Gijuminag, miembro de la comunidad Mi’kmaq, tribu de aborígenes algonquinos, y los zuberotarras Mixel Etxekopar y Claudine Arhancet ofrecerán un viaje musical de una hora de duración que cuenta con la promoción del Instituto Vasco Etxepare en el marco de la iniciativa Saison Quebec Pays Basque, que nació en el Centre des Musiciens du Monde de Montreal en 2022.

Ahora llega al Loraldia Festibala con la intención de compartir con un público amplio ese diálogo artístico y cultural entre ambas localidades. Los pescadores vascos y el pueblo mi’kmak crearon el pidgin algonquino-euskara para facilitar la comunicación entre ellos a raíz de “la profundidad del mar y de la tierra”, y lo hicieron basándose en las melodías surgidas de sus raíces, a caballo entre el pasado y el presente.

Tres músicos

El evento contará con Mixel Etxekopar como principal representante euskaldun, aunque estará acompañado por Claudine Arhancet. Etxekopar es un destacado impulsor de las nuevas generaciones de músicos y artistas zuberotarras, además de pionero en la transmisión e innovación de la cultura vasca. Con él estará Darlene Gijuminag, famosa cantante del pueblo mi'kmaq y transmisora de “las tradiciones y raíces espirituales de su pueblo a través de la música”. Su trabajo en el Centre des Musiciens du Monde de Montreal le ha valido un reconocimiento internacional.