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Los músicos de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa convocan una protesta para el viernes

El acto de protesta se enmarca en la negociación del convenio colectivo que mantienen con la dirección

Los músicos de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa convocan una protesta para el viernesOSKAR GONZÁLEZ

Faltan solo dos días para el arranque de la 24ª edición de Musika-Música y algo no acaba de sonar bien. Y es que llegan notas discordantes desde el seno de Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS). Los músicos de esta formación, encargada este viernes de ofrecer junto a la Sociedad Coral de Bilbao el concierto inaugural del festival, han convocado para ese día un acto de protesta enmarcado en la negociación del convenio colectivo que mantienen con la dirección. Un acto que forma parte del calendario de movilizaciones aprobado por la asamblea de trabajadores de la BOS para hacer valer sus posiciones.

Una de las cuestiones que más separa a la plantilla de la gerencia de la orquesta es la cobertura de las ausencias. Según el comunicado difundido ayer por el Comité de Empresa de la BOS, los avances propuestos por la dirección “no garantizan la cobertura mínima de permisos, excedencias y bajas de larga duración, sin ofrecer un cambio real y efectivo para la estabilidad de las plantillas”. Bien diferente es la visión del equipo comandado por el director general, Ibon Aranbarri. En un informe hecho público, asegura que “la BOS formaliza contratos de sustititución siempre que es necesario”, recordando que estos sumaron en total cerca de 1.300 días en los ejercicios de 2023 y 2024. Con todo, y “pensando en el buen fin de la negociación”, asegura haber ofrecido realizar contratos por períodos más amplios para suplir ausencias en situaciones como excedencias por cuidado de hijos, hijas y familiares, violencia de género o incapacidad temporal de larga duración, entre otras.

Con todo, la gerencia asegura que evitará contratar personal externo cuando tenga empleados en libranza. Esta última situación se da cuando la orquesta no precisa los servicios de un músico por no existir labor para un instrumento concreto y no tiene nada que ver con los descansos semanales y entre jornadas. Según su informe, el personal musical disfrutó en 2024 de 11.190 horas de libranza. A ello se suma el que, a juicio de la dirección, cada músico trabaja al año 246 horas menos de las establecidas en el sector público foral (1.592), lo que multiplicado por los 86 músicos de la BOS hace un total de 21.000 horas “que anualmente se dejan de trabajar”.

Para “obtener el máximo aprovechamiento de la actividad orquestal”, la empresa ha propuesto la creación de una bolsa de horas de trabajo “para compensar la diferencia entre la jornada realizada y la exigible” de cada empleado. La dirección podría recurrir a esas horas debidas durante el año siguiente y transcurrido ese plazo “se pondrá el contador a cero”. El Comité lo califica de “propuesta inaceptable, más y cuando la empresa jamás lo ha necesitado”.

La plantilla también denuncia que los responsables de la BOS “amenazan con paralizar la negociación” si insisten en la recuperación de plazas perdidas en la plantilla. La dirección niega dicha pérdida: “La BOS continuará con la misma plantilla fija (86 músicos) con la que viene funcionando los últimos catorce años”.

En algo sí coinciden las notas de una y otra parte. “Nuestra prioridad sigue siendo alcanzar un acuerdo a través del diálogo”, dice el Comité. “La negociaciones continúan, con el afán de alcanzar un acuerdo”, apunta la dirección”. Veremos si hay sintonía.