“Formar parte de BIME contribuye a la música y a la transformación social en Bilbao”, aseguran fuentes del congreso que se celebra en otoño en Bizkaia desde hace años, últimamente en Euskalduna Jauregia como sede central, en torno al estado de la industria musical y artes transversales. Y lo hacen debido su apoyo al proyecto Etorkizuna Musikatan, en el que se contribuye al estudio de la música por parte de colectivos desfavorecidos.
El congreso BIME, que combina ponencias, encuentros, presentaciones y mesas redondas sobre el estado de la industria musical y derivados, recientemente ampliado a Latinoamérica con un encuentro similar en Bogotá en primavera, “ofrece también solidaridad, además de conciertos en directo en múltiples salas de Bilbao, industria, futuro, formación, emprendimiento, tendencias e innovación”, explican sus impulsores.
“Creemos firmemente en el poder transformador de la música y la cultura, y tenemos un compromiso con la construcción de un futuro donde el arte sea accesible para todas las personas, independientemente de su origen o circunstancias”, defienden desde el congreso, que este año ha vuelto a colaborar con Etorkizuna Musikatan, un proyecto que utiliza la música como herramienta para la integración y dinamización socio-educativa en contextos vulnerados.
Firma del convenio
La colaboración de BIME con Etorkizuna Musikatan comenzó en 2023 con la recaudación de un dinero que se utilizó para comprar instrumentos musicales como violines y contrabajos, así como materiales como cuerdas y arcos, para la orquesta juvenil del proyecto.
Este año, se da un paso más en la consolidación de la colaboración entre ambos agentes con la firma de un convenio que tiene como objetivo dar valor a la música como herramienta de transformación social, a través de distintas actividades. “Sobre todo, es abrir puertas, y BIME es un lugar donde los participantes de Etorkizuna Musikatan pueden asomarse y pensarse futuros muy diferentes”, indica Lukas López, representante de este proyecto solidario.
Etorkizuna Musikatan se presenta como un proyecto que “transforma vidas” a través de la música. “Es un proyecto socio educativo de la asociación Norain y está basado en una idea que proviene de Venezuela, de un proyecto denominado Sistema de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles que tiene casi 50 años y se extiende por más de 70 países en todo el mundo”, según sus portavoces.
El objetivo de Etorkizuna Musikatan es utilizar la práctica musical orquestal y colectiva como una herramienta capaz de transformar la vida de los y las niñas participantes, de sus familias y, al final de toda la sociedad, que acaba viéndose beneficiada de su trabajo y acciones, apostillan.
El proyecto, que pide a los vizcainos que donen instrumentos musicales, enseña a tocar a niños y adolescentes ofreciendo clases de violín, viola, violonchelo, contrabajo, trompeta y flauta, dos veces por semana. Además, participan los viernes de manera conjunta en un ensayo orquestal y, para dar visibilidad al proyecto y poner en valor los objetivos marcados, protagonizan diferentes conciertos y muestras a lo largo del año.