“Crear es siempre mejor que destruir”. Así lo cree el veterano grupo valenciano de pop–rock La Habitación Roja, que editó este fin de semana pasado Crear (Intro Música), el décimo cuarto disco de una carrera de casi tres décadas que ha dejado himnos como Indestructibles, La moneda en el aire, El eje del mal, Voy a hacerte recordar o Ayer. Aunque su gira de presentación, cuyas entradas están ya a la venta, recalará en el Kafe Antzokia de Bilbao el 22 de mayo, este martes, 15 de octubre, lo adelantará en la FNAC del botxo.
Con un pequeño showcase y la firma al público de su nuevo disco. Así acogerá hoy, en horario de tarde, la FNAC bilbaina a La Habitación Roja, que acaba de estrenar su décimo cuarto disco de estudio, Crear, disponible en formatos compacto y vinilo, y que los valencianos presentarán en una extensa y ambiciosa gira estatal, que, a la postre, es una declaración de intenciones.
El objetivo de La Habitación Roja es “volver al lugar de donde salió la banda, contactar con el público de tú a tú, buscando la conexión, la cercanía y la complicidad que solo se da en las salas de conciertos”, explican sobre una gira en la que, anuncian, “sonarán las canciones más emblemáticas junto a las nuevas”. La gira, que se iniciará el 22 de noviembre en Valladolid (en Desierto Rojo) y llegará a Donostia (Sala BUT) el 28 de febrero antes de recalar en Bilbao (el Kafe Antzokia) el 22 de mayo y en la Jimmy Jazz gasteitzarra una jornada después.
Crear, su disco nuevo, vuelve a incluir una serie de canciones destacables que se sumarán al repertorio habitual de sus giras, algunas de ellas con marchamo de clásicos. En ellas, sigue presente el tono melancólico, las guitarras evocadoras de Pau Roca y las letras autobiográficas de su líder, guitarrista y cantante, Jorge Martí, quien creara el proyecto en 1994 junto al batería José Marco. El grupo se completa con el bajo de Marc Greenwood.
Oscuridad, muerte y amor
El disco nuevo oscila entre los pasajes acústicos y nostálgicos de la juventud de Martí, caso de Las Olas, a las guitarras prístinas de La vida fluyendo, un medio tiempo luminoso y naturalista que utiliza la naturaleza como pretexto para hablarnos del carpe diem, pasando por la oscuridad de la letra de El duelo, que se traslada con un ritmo vivo y casi bailable de evocaciones ochenteras. A pesar de que varios temas aludan a la muerte y al “proceso emocional que sigue a cada una de nuestras pérdidas”, también ofrece esperanza y luz en canciones que son declaraciones de amor, caso de Svalbard, dedicada a la pareja enferma de Martí.
Crear es un disco que rinde homenaje a las madres del grupo, quienes posan en la icónica portada del álbum “simbolizando el amor incondicional, la experiencia y la madurez, valores que resaltan la autenticidad, el aprendizaje constante y la perseverancia”, explican. El grupo ha hecho de la creación de música su forma de vida y el álbum reafirma su convicción de que “crear siempre es mejor que destruir”.