El Congreso Internacional de la Música (BIME) acoge ya, en Euskalduna Jauregia, las primeras ponencias y mesas redondas centradas en el estado actual y el futuro de la industria musical, así como a los 4.500 profesionales más madrugadores que participarán en los próximos tres días en su faceta profesional. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, Gonzalo Olabarria, y la vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, han inaugurado la décima primera edición de este foro que convierte a Bilbao en epicentro cultural y de negocio internacional. “Es el mejor escaparate de la Euskadi moderna, además de un motor económico de primera división”, han destacado desde Gobierno vasco y Ayuntamiento.

La vicelehendakari Idoia Mendia y el edil Olabarria. IREKIA

Euskalduna y varias salas de Bilbao han abierto sus puertas a una intensa programación que incluirá charlas, talleres, masterclasses, conciertos y DJ sets, que se alargará hasta el sábado 28, y que unirá a un gran número de empresas, instituciones, artistas y profesionales del sector de todo el mundo. La vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, ha calificado este foro como “el mejor escaparate de la Euskadi moderna” al considerar que “suma cultura, creatividad, innovación y empleo”, por lo que ha puesto a su disposición los recursos del Servicio Público de Empleo Lanbide y del departamento que preside para generar empleo de calidad.

Mendia, que ha destacado que BIME es “un evento referencial para la música, la innovación y los negocios internacionales”, ha ofrecido el apoyo del Gobierno vasco a las industrias creativas, que tienen un efecto tractor sobre “las especialidades audiovisuales, las lumínicas, la escenografía o el montaje”. En opinión de Mendia, el sector sufrió como consecuencia de la pandemia, pero ha recuperado el empleo perdido y ahora se avanza hacia “una nueva forma de empleo que, en sus resultados, aporta cultura, competitividad y cohesión territorial”.

Mientras el director de BIME, Rubén Irisarri, indicó que este evento “abre puertas y flujos al trabajo creativo, a la vez que genera debate y se adelanta a los retos del presente y el futuro” en la industria musical, el concejal de Cultura de Bilbao, Gonzalo Olabarria, destacó el papel de la cultura en general, y de la música en particular, como “motor económico de primera división”, a la vez que sirve para “enriquecer al ser humano”. Además, indicó que BIME abre debates necesarios sobre el estatuto del autor y la fiscalidad, y resaltó el papel de la capital vizcaina como una ciudad con cultura todos los días del año. “Queremos también posicionarnos en el ámbito congresual, unir cultura, profesión, congreso e intercambio de experiencias. Esa estrategia sería más difícil sin BIME”, indicó.

Una de las primeras charlas de BIME fue ¿Qué es lo que importa y qué importa una puta mierda cuando te dedicas a la música?, en la que participaron Jorge Martínez, líder del grupo Ilegales, y Ana Curra, cantante y exPegamoides y ex Parálisis Permanente, dos leyendas del rock estatal y sendos ejemplos de fidelidad a la música y a una forma propia de encararla que dura ya cuatro décadas alejada de los sonidos más plácidos y convencionales.

“El ruido de la música hace que te sientas enfermo y grande, y crea el clima propicio para desarrollar ciertos placeres que no sé cómo se producen”, defendió Martínez, quien alabó el trabajo de la generación de músicos de los 70, que “hizo que llegaran los 80 en 1978”, lo que supuso “un avance brutal”. Crítico con el rock indie estatal de los 90, cuyos músicos –les llegó a tildar de “gilipollas” y a esa escena de “supositorio desagradable”– optaron por cantar en “un inglés macarrónico”, el autor de himnos como Hola, mamoncete y Soy un macarra calificó a los festivales de “campos de concentración”, y defendió “lo pendular de la tecnología”, abogando por el modelo analógico en lugar del digital a la hora de acometer grabaciones.

Por su parte, Ana Curra criticó “el postureo indie” y al aludir a Internet aseguró que “las herramientas están en nuestro poder para utilizarlas”, ya que la ciencia, la tecnología y el futuro deben “acogerse con los brazos abiertos y con inteligencia”, según la cantante y teclista. “El arte es cambio”, defendió, por lo que se mostró favorable a “adaptarse, no acomodarse en patrones conocidos” y “crecer como artista retándose y aprendiendo de las nuevas herramientas y generaciones”.

“El presente está hecho de pasado y futuro”, defendió Martínez, que aseguró vivir “un momento exitoso a pesar de nuestras malas costumbres; no hay que dejar que el éxito atente contra nuestra personalidad”, apostilló. El grupo Ilegales, según su líder, “va a asumir riesgos” en el futuro. “Lo importante de la música es la sopa sónica que se crea”, explicó antes de defender “coger una guitarra y hacerle todo tipo de guarrerías”.