Abarrotado, con dificultades en el traslado entre los escenarios y dificultades de visión. Así vivió Kobetamendi el último día del 17º Bilbao BBK Live ante la avalancha de los alrededor de 40.000 fans que habían agotado las entradas del sábado. Antes de Arctic Monkeys, cuando aún cabían algunos alfileres en el monte, en la velada vespertina descargaron los indies consagrados catalanes Love of Lesbian y el andrógino y elegante Perfume Genius y su pop arty.

A la segunda fue la vencida. Tras cancelar su paso por Kobetamendi el año del coronavirus, Perfume Genius –Mike Hadreas en su DNI– visitó el festival ayer, a media tarde, para demostrar que es uno de los activistas arties más interesantes del pop alternativo de la última década. A medida que el músico ha ido madurando mental, física y creativamente, su trabajo ha ido ahondando en belleza, elegancia y amplitud de miras, como demostró en su show el sábado.

Tiene un disco reciente, Ugly Season, que desdeñó por su carácter ambiental y demasiado experimental para un festival, y se centró en el anterior, Set my heart on fire immediately, y en el más lejano No Shape, el que desbrozó su camino internacional, elegante, sensible y emocional, siguiendo los pasos de artistas de propuestas similares, de Anohni a Rufus Wainright, John Grant.

Perfume Genius, Mike Hadreas en su DNI. SHARON LÓPEZ/LAST TOUR

En Bilbao manifestó sus filias –del lirismo crooner a los pasajes eléctricos y electrónicos en lo musical a reflexiones sobre la masculinidad, la identidad sexual y el poder del cuerpo, que se disemina en múltiples canciones y títulos– a lo largo de un espectáculo marcado por su voz, maleable y vulnerable, y cuyo timbre, en su arranque con Your Body Changes Everything nos recordó a Allison Moyet. Fibroso, dominador del espacio y teatral, usó su propio cuerpo tanto como el micrófono, ofreciéndolo, meciéndolo o retorciéndolo hasta tocar el suelo, para regalarnos una hora de sensibilidad exacerbada y elegante, sexual y provocadora.

Viajó de la ambrosía de la balada Without You, en la que pareció cantar para los solitarios, como Roy Orbison, a la eléctrica y densa Describe, que podrían firmar Dinosaur Jr, pasando por un Jason de arreglos celestiales, cantado sentado en una nada sexy silla de tijera y de letra brutal –una relación homosexual ocasional en la que cantó: “Me tumbó… él no se quitó las botas”–, la lírica Otherside, en la que su garganta pareció romperse, la oscuridad sintética de Slip Way, un My Body de atmósfera densa con ecos de los Depeche Mode más oscuros y final casi noise, y la electro Queen en el agur.

Indies consagrados

Aunque actuaron en el escenario secundario para preparar en el principal todos los detalles del bolo estrella de Arctic Monkeys, Love of Lesbian arrastran ya más de 25 años de trayecto, del inglés al castellano, con baches, esfuerzos, risas y fracasos antes de convertirse en abanderados del indie estatal y latinoamericano y llegar a lo más alto de las listas y convertirse en fijos en festivales y giras sin fronteras, una mexicana reciente incluida.

Un momento del concierto de anoche de Love of Lesbian. SHARON LÓPEZ

Antes de llenar el WiZink Center madrileño a finales de año, su regreso a Kobetamendi funcionó como siempre, con la respuesta entusiasta de la nutrida comunidad de los fans de una banda única, con el estatus de estrella aunque su repertorio –como demostraron las muy coreadas Nadie por las calles y la nueva 60 memorias perdidas, que dedicaron a fans y músicos– volvió a mostrarse original con una propuesta exigente con estructuras, melodías y estribillos esquivos, y letras nada obvias.

El cantante y líder del sexteto, Santi Balmes, demostró su magnetismo y dotada voz desde el arranque con Viaje épico hacia la nada, título en acrónimo de su reciente V.R.H.N. El trayecto panorámico que dibujó saltó del pop accesible de Bajo el volcán al aviso contra las garras del fascismo en Incapacidad moral transitoria, los arreglos contemporáneos de Belice y Cosmos (Antisistema solar), antes de fundirse con miles de personas en una recta final con las primeras filas haciendo suyas Club de fans, 1999, Cuando no me ves y creando un nexo de acero en Los irrompibles.