Los criterios de intervención han sido escrupulosos a la hora del desmontaje de ambas obras de arte y se han ceñido a las normativas vigentes sobre la restauración de Patrimonio Histórico Cultural del País Vasco. El informe de BilbaoArte elaborado indica que se primará el principio de “mínima intervención”; es decir, usando materiales y técnicas tradicionales “y si fueran necesarias reintegraciones cerámicas se efectuarán con material de naturaleza similar y características compatibles con el original”. Y asi ha sido después de casi un mes de trabajos.

Fisura de uno de los ocho azulejos deterioriados. BilbaoArte

Primero se efectuó una labor de documentación gráfica y fotográfica en la ubicación actual antes de que se proceda a la demolición el edificio en su conjunto. Después se numeraron y clasificó cada elemento cerámico y se fijó de forma provisional las piezas deterioradas. El siguiente paso fue ya la retirada de los azulejos propiamente dichos mediante la realización de perforaciones en el mortero y en paralelo a cada una de las piezas. Con el conjunto retirado ya en su totalidad ayer se procederá a su limpieza manual, mecánica y química, una por una, eliminando de depósitos, encolado de fragmentos rotos y otros elementos que puedan hallarse. Finalmente, se introducirán los azulejos en cajas debidamente acondicionadas para su conservación y se entregarán al Ayuntamiento de Bilbao.